«Me da mucha pena esta situación. Este encierro. Esta melancolía. Esta tristeza»

Entre los alcornoques y las encinas de nuestra hermosa Extremadura, muchas tardes me pongo a pensar. Pienso en todos los moralos, en mi pueblo, en España, en el mundo…

Después de esa reflexión que hago, me pregunto, ¿Dios mío, nuestra vida de ayer será tan hermosa mañana? O mañana ya no será como hoy. Posiblemente no sea como hoy. Posiblemente tengamos que ver muchísima pena, muchísima necesidad, muchísima angustia…

La verdad es que el mundo estaba un poco revuelto. Nosotros le teníamos revuelto y pienso que somos también nosotros quienes tenemos que devolver esa paz. Esa tranquilidad que tuvimos hace años, la tenemos que volver a lograr. ¿Y cómo la lograríamos?. Todos unidos. Entre todos a una. Hemos demostrado quedándonos en casa que podemos hacerlo. Entonces yo creo que también mañana podemos demostrar en Navalmoral que somos todos hermanos. Que todos vivimos en la misma comunidad. Que todos queremos sacar adelante estas penurias en las que vamos a entrar.

De verdad de corazón os lo pido, que cada uno, cuando esto pase, pongamos un granito de arena. Un poquito de nosotros para que esto pueda salir adelante y pueda salir bien. De verdad que me da mucha pena esta situación. Este encierro. Esta melancolía. Esta tristeza.

Pero todos los días, brilla un nuevo día. Y ese nuevo día, a lo mejor, a la vuelta de la esquina nos está esperando a nosotros para que empecemos a hacer un nuevo camino con un nuevo sol y una nueva alegría. Ojalá sea así mañana. Así lo deseo y así se lo pido a Dios.

Un beso para todos vosotros, moralos.