Vecinos de las calles Guadalquivir y Salor denuncian la instalación de una torreta de alta tensión a escasos metros de sus viviendas

Los vecinos de las calles ríos Guadalquivir y Salor, situadas en las faldas de los cerros en la avenida de las Angustias, exigen la paralización «urgente e inmediata» de las obras para cambiar el trazado del tendido eléctrico de la zona y, sobre todo, la instalación de una torreta de alta tensión a escasos metros de sus viviendas. También que se proceda al soterramiento de las líneas, ya que se encuentran en terreno urbano.

Así lo piden en un escrito que han remitido tanto al Ayuntamiento como a la empresa Iberdrola, anunciando que en caso de que continúe la instalación se emprenderán acciones legales y penales contra ambos, además de haber presentado denuncias ante la Policía Local, la Guardia Civil y el Seprona.

«No podemos obviar que existe una relación directa de este tipo de instalaciones y las enfermedades derivadas ante su exposición y, lógicamente, vamos a luchar por ello y por la salud de los más pequeños. Queremos dejar claro que de las consecuencias que para la salud y seguridad de los vecinos conlleve la presencia de la torreta y de la subestación eléctrica ya presente, serán responsables tanto Iberdola, como órgano principal, como el Ayuntamiento, al haber aprobado y autorizado dicha instalación».

Una exigencia que basan en los informes de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, perteneciente a la Organización Mundial de la Salud, que han incluido los campos electromagnéticos de alta y baja frecuencia generados por los tendidos eléctricos e infraestructuras asociadas como «agente cancerígeno para las personas y han constatado el aumento del riesgo de leucemia en niños en las proximidades. Estos transformadores son focos de radiación eléctrica permanente».

De igual forma han pedido a la dirección de Salud Pública del Área de Salud de Navalmoral la elaboración de un informe «donde se certifique claramente la ausencia total de riesgos para nuestra salud, en cualquiera de sus ámbitos, ante la presencia de campos electromagnéticos».

Para terminar, los vecinos afectados -y el escrito lo firman unos 40- señalan otros aspectos que les preocupan, como son el ruido y su influencia sobre el descanso y la salud mental, así como posibles accidentes e incendios «debido a la zona de vegetación en la que se encuentra la torreta».