Los vecinos de Bohonal de Ibor no olvidan a Rosalía Cáceres

«Volvemos a estar aquí, en esta plaza, para recordar a todos que, a día de hoy, todavía no tenemos noticias del paradero de Rosalía, que no sabemos absolutamente nada de lo que pudo pasar hace dos años cuando paseaba por estos parajes, y que los vecinos de este pueblo, su familia y amigos necesitamos una respuesta que aclare este misterio».

Así inició el sábado su intervención el portavoz de la familia de Rosalía Cáceres, Salvador Serrano, ante los vecinos de Bohonal de Ibor que se concentraron en la plaza de España para recordar a su paisana desaparecida. Antes de esa concentración cerca de medio centenar de personas participaron en una batida, más simbólica que práctica, por los alrededores de la población.

«Hace dos años, cuando se iniciaron las labores de búsqueda, contábamos con desconcierto cada minuto, con esperanzas, mientras veíamos con preocupación pasar las primeras horas sin encontrarla. Luego las horas se convirtieron en días, mientras intentábamos mantener la esperanza a pesar de seguir sin noticias. Más tarde, nos pareció una eternidad cuando los días pasaron a ser semanas convirtiéndose en meses, aumentando nuestra angustia y obteniendo siempre el mismo resultado y las mismas respuestas. Sin noticias, sin pistas, sin explicación», seguía diciendo Serrano.

«Ahora se cumplen dos años sin ella y, lejos de asimilar lo sucedido, una angustia infinita se ha apoderado de nosotros y el tiempo se ha detenido delante de nuestras vidas, estando inmersos en un bucle obsesivo de pensamientos y recuerdos que castigan nuestras mentes y que incrementan nuestro dolor por una herida que no se cierra y que quizá no se cierre nunca».

Desaparecidos en el Senado

En otro momento el portavoz recordó que con motivo del Día Internacional de los Desaparecidos acudieron al Senado en compañía de otras muchas familias que comparten el mismo drama.

«Allí descubrimos que nuestros sentimientos de soledad, de desamparo, de angustia, de desesperación y de tristeza eran compartidos por todos como si fuéramos una sola persona. Descubrimos también que no solo mantenían su desolación y su pena, sino que, a pesar de su abatimiento, persistían sin descanso en la búsqueda de los suyos dándonos ejemplo y entereza».

Por último, Serrano agradecía la asistencia de los vecinos presentes, «ayudando a dar aliento a la familia», además de recordar a las personas que «tanto esfuerzo pusieron para encontrarla, voluntarios y Guardia Civil».

En parecidos términos se expresaron los representantes de las asociaciones que intervinieron -de mayores, cultural y de amas de casa- además del gobierno municipal, mostrando su apoyo a la familia y exigiendo que se redoblen las investigaciones para encontrar indicios del paradero de su paisana. Porque dos años sin Rosalía, es mucho tiempo.