La Unidad I de la central de Almaraz vive su penúltima recarga de combustible

La Unidad I de la central nuclear de Almaraz vive los últimos días de su trigésima recarga de combustible, más de cuatro décadas después de la primera, en enero de 1984. Es, además, la penúltima de su actividad productiva en caso de mantenerse el calendario de cierre previsto, en el año 2027.

Esa circunstancia la aprovecharon el miércoles responsables de la CNA y del Foro Nuclear para detallar a informadores nacionales y regionales en qué consiste una recarga e insistir en su extrañeza por la decisión gubernamental de desmantelar una instalación «totalmente renovada en sus principales equipos, que produce una energía limpia, segura y constante y que genera riqueza y empleo sin verter CO2 a la atmósfera».

Así lo manifestó el presidente del Foro Nuclear, Ignacio Araluce, además de insistir en la dirección contraria que ha adoptado España frente a otros países que, en unos casos, vuelven a apostar por la energía nuclear y en otros lo harán por primera vez. «Nos vamos a quedar como una isla», apuntó.

En otro momento lamentó que las administraciones «nos brean a impuestos por producir», lo que hace difícil la viabilidad de las plantas si se decidiera revertir el calendario de cierre.

A la intervención de Araluce le siguió la de Antonio Calero, jefe de soporte técnico de CNA sobre aspectos generales de una recarga, su planificación y algunos datos numéricos, y una visita a zona controlada para conocer trabajos en marcha.

«Una buena recarga es la clave para un posterior ciclo de operación seguro y fiable», insistió.

La número 30 terminará el 9 de noviembre, con el objetivo, una vez más, de tener cero accidentes entre los trabajadores habituales y los 1.200 que se incorporan de manera adicional.

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