
La reclamación de la bolsa de horas extraordinarias pendiente, entre otros conceptos, han llevado a los dos últimos policías locales jubilados, el pasado verano, a denunciar a la que ha sido su 'casa' durante varias décadas, el Ayuntamiento de Navalmoral. Se trata de Carlos Marcos, que era subinspector jefe en el momento de su jubilación, y Manuel Barbero, oficial segundo jefe.
Lo han hecho a través de un procedimiento abreviado ante los Juzgados 1 y 2 de lo Contencioso Administrativo de Mérida -que se vio la pasada semana en la Junta de Gobierno Local- por lo que consideran un «desprecio total y un trato discriminatorio» en relación al resto de sus antiguos compañeros que ya han recibido las cantidades pendientes, incluso estando también jubilados.
Un trato que no entienden después de los años de servicio prestados a la institución, sin querer entrar, por el momento, en más detalles hasta que se pronuncien los tribunales, recordando, eso sí, que el Ayuntamiento ha perdido ya varios juicios por los mismos motivos.
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