Tres empresas tienen parcelas reservadas en Expacio Navalmoral, con 126.000 metros cuadrados

Una en Navalmoral de la Mata, que ocupa una parcela de una hectárea; otra en Mérida, que se asienta sobre 64.000 metros cuadrados, y una tercera en Badajoz, que adquirió 30.000. Son las únicas empresas que se ubican en las tres grandes áreas empresariales de la región: ExpacioMérida, ExpacioNavalmoral y la Plataforma Logística de Badajoz.

Esta terna de espacios todavía cuentan con 2,3 millones de metros cuadrados disponibles, según Extremadura Avante, propietaria de todos ellos. Aunque es cierto que no todo ese suelo se ha promocionado. «Son proyectos que no se han hecho en una única fase», señala Pablo Plasencia, responsable del departamento de Infraestructuras de Extremadura Avante.

Por ejemplo, en Mérida -con una inversión de 27 millones de euros- se han desarrollado 72 hectáreas, de las 207 que tiene el conjunto, mientras que en Navalmoral se han urbanizado 110 hectáreas sobre un total de 336, con un coste de 36,5 millones. Por su parte, la primera fase de la plataforma de Badajoz consta de 60 hectáreas, de las 130 proyectadas, y ha costado 25 millones de euros.

En el terreno disponible no se tienen en cuenta las reservas de suelo que ya han hecho algunas empresas. Casi 1,2 millones de metros cuadrados están comprometidos, en los que la inmensa mayoría, cerca de un millón, corresponden al proyecto de la azucarera que tiene prevista su instalación en Mérida.

«Tenemos un contrato de reserva y adjudicación con ellos», informa Plasencia, que se remite a la confidencialidad de dicho acuerdo para no desvelar los plazos.

Otras seis empresas tienen parcelas reservadas, tres de ellas en Navalmoral, que suman 126.000 metros cuadrados; otra en Mérida, que ha solicitado 30.000, y una última en Badajoz, que quiere ocupar 62.000. Además, la única compañía ubicada en la plataforma pacense tiene pensado ampliar sus instalaciones a otros 40.000 metros cuadrados.

Habrá que esperar, por tanto, para comprobar si esos proyectos se convierten en realidad y las tres grandes áreas industriales de la región despegan y se llenan de actividad.

Una de las medidas que se tomó para hacer estos espacios más atractivos fue una más que cuantiosa rebaja en el precio de las parcelas. El metro cuadrado por término medio en los Expacios cuesta 50 euros y en la Plataforma 69,75 euros.

Más barato es el suelo en los polígonos industriales extremeños propiedad de Avante, que son 21 en total, aunque en algunos no hay terreno disponible. La media del metro cuadrado ronda los 17 euros. «Lo mínimo es seis y no hay nada por encima de 25», remarca Plasencia, que expone que el volumen de ocupación en estos espacios desarrollados por la Administración regional es de un 75% y que hay libres unos 700.000 metros cuadrados.

Al igual que en el precio, también hay mucha variación en las parcelas disponibles en los diferentes polígonos. Mientras que el de Villafranca de los Barros está ocupado en su totalidad, en Hervás hay un 35% de espacio en venta. «Los de Monterrubio de la Serena, Herrera del Duque y Malpartida de Plasencia tienen una ocupación menor», según Plasencia.

En Extremadura también hay algunos polígonos que son de propiedad municipal, como es el caso de Don Benito, y todavía tiene algo de suelo la entidad estatal Sepes, en concreto en Mérida y Zafra. Aun así, más del 75% del suelo industrial que hay en Extremadura es de Avante.

Cambio de tendencia

Más allá de reducir el precio del suelo, la principal modificación que se ha hecho en los últimos tiempos es modificar el modo de desarrollar suelo industrial. Al igual que sucede con las promociones destinadas a viviendas, que solo se construyen a medida que se van vendiendo los inmuebles, los polígonos solo avanzan si existe una demanda empresarial para asentarse en el terreno.

Hasta hace no tanto tiempo, la forma de actuar era la contraria. «El objetivo era tener suelo para cubrir una carencia que tenía la región», explica el responsable de Extremadura Avante, que insiste en que la idea es que cualquier proyecto que venga a la región no deje de ser viable por falta de suelo industrial.

En esa línea, se pensó que la existencia de suelo industrial serviría para atraer a empresas. Sin embargo, la demanda de parcelas no acompañó a la oferta y tuvo que ser rebajado reiteradamente el precio del metro cuadrado.

Ahora, no se desarrollan nuevas áreas empresariales «si no existe una demanda manifiesta por parte de los negocios locales», aporta Plasencia. Así se ha hecho en Vivares, entidad local menor de Don Benito, que en 2018 solicitó un polígono industrial. Desde Avante se realizó un estudio y se presentó el proyecto a los empresarios del municipio con un precio cerrado.

«Dijeron que estaban interesados en ese suelo y a ese precio; entonces se hizo la gestión y la promoción urbanística», comentan desde Avante, a la vez que añaden que se tardó un año y medio en todo el proceso y se ocuparon los 10.000 metros cuadrados del espacio. «Así es como vamos a trabajar», apostilla Plasencia.