Termina la fiesta...

Una larga cola, que rodeaba la iglesia de San Andrés, esperaba desde mucho antes de las dos de la tarde del miércoles la llegada de la comitiva del entierro de la sardina para disfrutar de la comida popular que se iba a servir en la plaza de España. Fue uno de los últimos actos del Carnaval 2024, muy concurrido, al igual que los anteriores, a pesar de la climatología adversa.

La sardina llegó 'cansada', pero muy animada, al estar acompañada por la música de la charanga Sintonía y por numerosas 'lloronas' en su recuperado recorrido por el casco urbano, que inició en la plaza de la Chimenea y terminó en la caseta municipal. Allí, en la comida, se sirvió un plato por comensal para evitar abusos.

Por la tarde la animación se trasladó a la plaza de las Minas y después al camino del Goche, donde se quemó la sardina y se lanzaron los fuegos artificiales que despiden la fiesta.