

Sábado, 9 de mayo 2020
La cara y la cruz. Así han resultado las semanas más duras del confinamiento para la limpieza del municipio. Por una parte las calles han estado sorprendentemente limpias ante la ausencia de viandantes, hasta que la salida en horario controlado ha propiciado la aparición de bolsas o guantes en el suelo.
Por el contrario, los contenedores de basura, en general, se han visto más rodeados de bolsas, cajas o plástico de lo habitual, no se sabe si por miedo de los usuarios a abrir la tapa para introducir los restos o simplemente por falta de civismo, que no sobra precisamente.
La penosa imagen que ofrece el entorno de esos contenedores ha llevado a algunos vecinos y vecinas a hacer reiterados llamamientos al civismo o a denunciarlo en las redes sociales por el peligro que suponen esos vertidos incontrolados desde el punto de vista sanitario. Al mismo tiempo piden a la Policía Local que extreme la vigilancia y las sanciones, ahora que están más en la calle velando porque se cumplan las medidas de aislamiento social.
Otros lo han hecho de una forma más llamativa y puede que hasta más eficaz, como el cartel colocado en los contenedores cercanos a la ermita de las Angustias, el que puede leerse 'Por salud, respeto y educación, por favor, la basura dentro'.
Igual debería cundir el ejemplo para que se le caiga la cara de vergüenza a quien insiste en dejar su basura en plena calle, generando malos olores y hasta la aparición de ratas.
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