Sadí de Buen Lozano es el nuevo nombre de una de las calles más transitadas de Navalmoral. Recorre el casco urbano desde la calle Cartagena, en las inmediaciones de la vía, hasta la plaza de España. Su denominación anterior era Calvo Sotelo, como todavía se refleja en alguna placa.
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Ese cambio se ha hecho para cumplir con la Ley de Memoria Histórica. Pero también para homenajear a este prestigioso médico y científico que fundó y dirigió, en 1924, el Instituto Nacional Antipalúdico de Navalmoral, una institución fundamental para la erradicación de la malaria.
Así se recordó antes de proceder al descubrimiento de la placa por parte de una de sus nietas, Teresa, y el alcalde, Enrique Hueso. Se ha colocado en la fachada de la casa del deporte, a escasos metros del edificio donde se ubicó el Instituto y que hoy alberga el Palacio de Justica.
De ahí la moción que mostró Teresa al recordar a su abuelo, fusilado a poco de comenzar la Guerra Civil por el bando sublevado, y la marcha de su abuela a Méjico con sus cuatro hijos. Para ella era un honor estar en ese acto, en nombre, dijo, de los 14 nietos del homenajeado.
Centenario
Sadí de Buen es uno de los protagonistas de la exposición sobre el centenario de la lucha antipalúdica organizada con ese motivo en las Escuelas del Rollo por la Fundación Concha, que decidió reabrir una vez clausurada, casi a petición popular, para seguir recibiendo visitas a título individual y colectivo.
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