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Trabajos de excavación en el dolmen de Guadalperal. / MAM
«Sabremos cómo vivían aquí hace miles de años»
El Gordo

«Sabremos cómo vivían aquí hace miles de años»

Arqueólogos de varias universidades sitúan el dolmen de Guadalperal junto a otros yacimientos que existían en este mismo territorio

E. G. R.

Miércoles, 11 de agosto 2021, 11:36

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Reconstruir el escenario existente en el entorno del dolmen de Guadalperal hace miles de años y saber cómo vivían sus pobladores alrededor de este monumento megalítico para tener una visión clara y global del enclave. En ese doble objetivo se centran los trabajos que un equipo de arqueólogos ha realizado en las últimas semanas no solo in situ, junto a las aguas del pantano de Valdecañas, sino a través de cartografía y otros documentos.

El propósito de la primera fase de estos trabajos es tener un conocimiento lo más exhaustivo posible y, en función de los resultados, trazar una hoja de ruta con los procedimientos idóneos para su conservación.

Así lo explicaron, sobre el terreno, la subdirectora general del Instituto del Patrimonio Cultural de España, Ana Cabrera; Primitiva Bueno, catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares, y el cacereño Enrique Cerrillo, profesor de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, mientras que un equipo de arqueólogos de varias universidades (entre ellas la de Extremadura) hacían catas en el dolmen.

«Desde el punto de vista de la conservación estamos haciendo catas para ver qué tipos de piedras son, cómo se comportan cuando están sumergidas y lo que tardan en ser cubiertas totalmente por los microorganismos que viven en el agua. Estamos haciendo análisis y cuando tengamos los resultados, éstos nos permitirán avanzar en la conservación del dolmen», señalaron.

El profesor e investigador cacereño Enrique Cerrillo
El profesor e investigador cacereño Enrique Cerrillo MAM

Enrique Cerrillo añadió que no solo se trata del trabajo llevado a cabo sobre el terreno, de suma importancia aprovechando la bajada del nivel del pantano de Valdecañas, sino de analizar la información de la que disponen, como documentación, cartografía antigua, etcétera.

«Se trata de un proyecto de recopilación de toda la información que tenemos no solo del dolmen, sino de todo el territorio, y así reconstruir cómo era el paisaje antes de que el embalse lo inundara todo. De este modo sabremos la posición inicial del dolmen en relación a otros yacimientos que existían en este mismo territorio», afirma.

Y es que el dolmen de Guadalperal –prosigue Cerrillo– no es un elemento aislado, «sino que forma parte de un conjunto donde había poblados, menhires... Una serie de pequeños sitios, cada uno de los cuáles cumplía una función determinada».

Según sus propias palabras se trata de un «abordaje total para, con esa información, «saber cómo vivían aquí las gentes hace entre 4.000 y 6.000 años. Donde vivían, cómo se relacionaban entre ellos, qué tipo de materias primas traían de otros sitios, etcétera».

En ese sentido apunta que estos pobladores no era «gente estática, sino que se movían y estaban en contacto con otras zonas de la Península Ibérica».

Traslado

No obstante, insistieron en que aún es pronto para saber cuáles serán las próximas actuaciones a emprender, entre las que podría encontrarse perimetrar el enclave para protegerlo de las corrientes o un hipotético traslado, fuera de la zona inundable del pantano.

«Ahora mismo no estamos en esa fase (ante la pregunta del traslado). Estamos inmersos en un proceso largo que va a durar. En una fase de estudio arqueológico para analizar toda la información y así tener un mejor conocimiento para acometer procedimientos de conservación. Ahora es difícil tener un plan de trabajo», subrayó Ana Cabrera.

De ahí que los tres remitieran a una futura presentación del resultado de los estudios que ahora se llevan a cabo, prevista para septiembre u octubre, al igual que hicieron la consejera de Cultura, Nuria Flores, y la directora general de Bellas Artes, María Dolores Jiménez-Blanco, en la visita que realizaron semanas atrás al yacimiento.

Desde 1925

Este peculiar conjunto megalítico fue descubierto por el alemán Hugo Obermaier, capellán de la casa de Alba. Aficionado a la arqueología, comenzó su excavación entre 1925 y 1927, aprovechando sus estancias en la finca de Guadalperal. Posteriores trabajos de este y de compañeros de la Universidad de Friburgo dieron lugar a la primera publicación del hallazgo, en alemán.

Décadas después llegó la construcción del pantano de Valdecañas y con él la inundación de estos terrenos en el año 1963, quedando tan singular hallazgo al margen de nuevos estudios arqueológicos.

La bajada de la cota de agua del embalse hace dos años y las inquietudes de los miembros de la asociación Raíces de Peralêda propiciaron el interés de medios de comunicación de todo el mundo y por ende del gran público, llegando a publicarse artículos en diferentes países, recibiendo el sobrenombre de 'Stonehenge español'.

Ese interés propició la creación de un grupo de trabajo de primer nivel entre el Ministerio de Cultura y la Junta, cuyos resultados se esperan con expectación en la zona.

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