Raíces de Peralêda saca a la calle los esgrafiados renacentistas de la iglesia

Dar a conocer los esgrafiados del Renacimiento que existen tras el retablo barroco de la iglesia de Peraleda de la Mata es el objetivo de la última iniciativa de la asociación Raíces de Peralêda. Los mismos pueden contemplarse ya en diferentes fachadas de la población, conformando un «recorrido visitable», animando el colectivo a vecinos y visitantes a que lo hagan.

«De este modo pretendemos no solo que la gente del pueblo conozca y valore su propio patrimonio, sino también convertir esta iniciativa en un motor que atraiga turismo», explican.

En el proyecto, titulado 'Sacando los esgrafiados a la calle', colabora tanto el Ayuntamiento, cediendo herramientas, como vecinos, con sus fachadas. En las mismas usan la técnica que se utilizó para los esgrafiados originales, «para que el resultado sea lo más parecido posible y puedan también durar siglos», auguran, aclarando que se trata de «copias fieles, aunque de mayor tamaño».

Aquí recuerdan que el retablo esgrafiado en los muros de la iglesia es de difícil acceso al situarse tras el retablo de madera, por lo que consideraron conveniente esta acción con el objetivo de difundir «el mejor retablo esgrafiado del Renacimiento con técnica italiana».

Para ello ha contado con José Morillo, experto en la materia que acaba de culminar la restauración de la capilla esgrafiada de Santo Domingo, en Trujillo, «y ahora actúa como maestro esgrafiador en una cuadrilla formada altruistamente por miembros de nuestra asociación, entre los cuales hay varios cualificados en albañilería».

Por etapas

El 29 de abril iniciaron el primero, un San Pedro de dos metros, y la semana pasada una segunda escena, la de un Santiago Peregrino que llenará un chaflán a la entrada de la plaza, que culminarán en breve.

La intención de la asociación es hacer una tercera a continuación, si bien barajan hacer un parón por el verano y retomar las recreaciones en octubre, siendo el objetivo final llegar a las 10 o 20. Será también en otoño, concluyen, cuando se inicie la restauración de los esgrafiados originales.