Rafael Mateos reivindica sus doce años de alcalde al recibir del PP el II Premio Ciudad de Navalmoral

El exalcalde Rafael Mateos, la profesora y escritora Pilar Galán y los sacerdotes David González y Felipe Sánchez son los ganadores de los II Premios PP moralo y Ciudad de Navalmoral, que se entregaron en la noche del viernes en una cena que reunió a cerca de un centenar de cargos públicos y orgánicos, militantes y simpatizantes.

Algunos de ellos de poblaciones de la zona, como Jaraíz de la Vera, Jarandilla o Peraleda de la Mata, que quisieron sumarse a la fiesta de fin de año del PP moralo. Al igual que el presidente provincial, Laureano León, quien felicitó a los dirigentes locales por la decisión de conceder estos premios. Junto a él estaba el presidente, Jaime Vega.

Los primeros en recibir los galardones -una insignia de plata con el relieve de los edificios más emblemáticos de Navalmoral- fueron David González y Felipe Sánchez a la 'entrega humanitaria y social' por una labor de varias décadas, como demostró el perfil que trazó de cada uno Luis Alfonso Corrales.

Una extensión similar necesitó el concejal Jesús Amor para repasar la trayectoria de Pilar Galán, profesora, escritora y columnista nacida y criada en Navalmoral y que «nunca ha terminado de marcharse» pese a residir desde hace tiempo en Cáceres. Con numerosos premios en su haber, aseguró que éste en su pueblo, al fomento y divulgación de la cultura, le hacía especial ilusión.

En su intervención apuntó también que ni en la actual legislatura ni en las anteriores nadie le ha preguntado nunca por su ideología o a qué partido vota, sino «en qué podía colaborar». Y eso es lo que trata de hacer cada vez que se le pide.

Trayectoria política

El último reconocimiento, a la trayectoria política, lo recibió Rafael Mateos, emocionado, de manos de sus hijos y de su sobrina, Nuria Camacho, número 2 de PP local.

Al agradecer el premio Mateos reivindicó sus doce años al frente de la alcaldía, de los que destacó la construcción de tres edificios «que no tiene ninguna ciudad de la región» y las inversiones millonarias «que no se ven, que van bajo tierra, para modernizar el abastecimiento de agua y el saneamiento y terminar con los cortes y roturas que había con frecuencia».

Con su gestión cree haber contribuido a transformar Navalmoral de un pueblo grande a una ciudad.