Quejas de los usuarios por el estado de la estación de autobuses

Domingo, un domingo cualquiera de este verano en la estación de autobuses de Navalmoral. Entre las 18.00 h. y las 20.30 h., aproximadamente. Entran y salen numerosos autobuses procedentes o con destino Madrid, Badajoz, Cáceres, Mérida, Barcelona... Eso supone que en unos pocos metros cuadrados se reúnan, en pocos minutos, varios cientos de personas de distintas edades.

¿Y qué se encuentran al llegar o salir de Extremadura?. Una estación sin aire acondicionado -salvo en la zona de la cafetería- para soportar temperaturas cercanas a los 40 grados y sin aseos, puesto que los propios del recinto están en obras desde hace un mes y medio y los provisionales que hay, mejor no acercarse.

Son mucho más pequeños e insalubres que cualquiera de los que se instalan, por ejemplo, en Carnaval, con un olor nauseabundo incluso sin necesidad de abrirlos. Cuando los abres, casi nadie se atreve a entrar, prefiriendo orinar detrás de unos arbustos o desplazarse unos metros hasta la cercana estación de Renfe, con el riesgo de perder el coche.

De ahí la pregunta que repetían los viajeros que no conocían la estación. «¿Dónde están los servicios?», tras varias horas de viajes, mostrando su sorpresa al conocer los provisionales.

La situación ha llegado a tal punto que algunos conductores han decidido entrar en la estación únicamente a soltar o recoger pasajeros y hacer la parada 'oficial' minutos después en Los Cerrillos, un área de servicio situada a pocos kilómetros, ante las quejas de los usuarios.

No son de extrañar, por tanto, las críticas sobre la estación morala, clave para entrar o salir de la región, cuando, además, de estar 'cercada' por las obras del tren de altas prestaciones, tienen que aguantar esas incomodidades.

No entienden, por ejemplo, que obras de los aseos se hagan en verano, cuando mayor movimiento soporta, en lugar de hacerse en temporada baja, como el invierno.

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