

Primitivo Gómez, presidente de la Comunidad de Regantes de Valdecañas, ha sido elegido, por unanimidad de su junta directiva, presidente de la Federación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Tajo (FERTAJO), reunida el pasado día 22, según ha informado el propio colectivo. Sustituye a Manuel García Martín, quien ha ejercido esa responsabilidad los últimos cuatro años.
De 54 años y natural de Casatejada, Primitivo Gómez es un extremeño con una «extraordinaria trayectoria de implicación decidida y directa en el sector primario». Casado y padre de un hijo, desempeñará la presidencia hasta la celebración de la próxima Asamblea General en el segundo semestre de 2021, donde deberá confirmarse el cargo. En la actualidad, es el presidente de la Comunidad de Regantes de Valdecañas, que en los últimos años «ha operado una espectacular transformación».
FERTAJO aglutina a dieciséis comunidades de regantes de Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura, que suman un total de 90.000 hectáreas de regadío, y que se encuentra representada en la Junta de Gobierno, Consejo del Agua, Comisión de Desembalse y Planificación Hidrológica; órganos de participación y decisión de la Confederación Hidrográfica del Tajo. A nivel autonómico tiene representación en la Mesa del Regadío de Extremadura y CONAEX.
Asimismo se dice que el objetivo de FERTAJO se centra en la «defensa de las zonas regables y de los comuneros que la integran, buscando su eficiencia energética e hídrica como fórmula para obtener un consumo racional y sostenible del agua que produce fijación al territorio y riqueza. En ese sentido, resulta de capital interés la renovación del Plan Hidrológico de la Demarcación que regulará los sistemas deficitarios, caudales ecológicos, la atención a las demandas y la buena gobernanza entre otros extremos».
Un honor
En sus primeras palabras tras ser elegido, Gómez agradeció la confianza de la junta directiva y el trabajo realizado por el presidente saliente, así como el de todos los miembros de FERTAJO, comprometiéndose a seguir defendiendo a los regantes y a sus comunidades como «centros de producción y estabilidad económica capaces de ofrecer un futuro a nuestros jóvenes agricultores y vecinos».
«Es un honor seguir trabajando en la mayor ilusión de muchos de nosotros: nuestro campo», dijo.
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