

Noemí García Jiménez
Sábado, 2 de mayo 2020, 19:03
El dos de mayo de este año, sin duda, lo vamos a recordar, y no por ser la fiesta de la Comunidad de Madrid, día en que se conmemora el levantamiento contra los franceses ocurrido en 1808.
Recordaremos el dos de mayo de 2020 porque, después de una cuarentena, que no ha sido de cuarenta días, ha sido posible salir a hacer deporte o a pasear, cumpliendo las adecuadas medidas de protección y distancia. La RAE, en otra de sus acepciones, define la cuarentena como un aislamiento preventivo, una descripción más acorde con la situación actual.
Durante estos más de cuarenta días, no ha habido Fallas, multitudinarias fiestas que no se habían cancelado desde la Guerra Civil; ha entrado la primavera, al tiempo que se celebraba el Día de la Poesía con recitales virtuales; el Día del Teatro fue recordado con imágenes de las salas vacías y el deseo de volver a verlas llenas pronto; una Semana Santa caracterizada por calles vacías, que no impidió que se rompiera el silencio el Viernes Santo con sonido de campanas o redoble de tambores desde las ventanas, no así la penitencia que duraría unas semanas más hasta el día de hoy.
También, hemos celebrado el Día del Libro, con un sector editorial parado y las librerías cerradas, pero con múltiples actos por las redes sociales. Además de las Fallas, en muchos municipios se han cancelado o aplazado las fiestas, abundantes en primavera, para disgusto de sus vecinos.
Pero hoy, dos de mayo, hemos dado el primer paso hacia la normalidad. Confiemos en que todo el mundo sea civilizado y respetuoso para que podamos seguir avanzando en esta línea.
Vuelta al río Huecar
El destino en este primer paseo lo tenía claro, el río Huecar. Fue ese paseo en el que estuve horas antes de que se declarara el estado de alarma. Pensé que, después de tanta lluvia, el río llevaría más agua que antes el confinamiento, pero la verdad es que no mucho más. También me ha extrañado que no haya casi patos. Supongo que estos días que han tenido la ciudad para ellos solos, se habrán desplazado a otras zonas, habrán descubierto otros rincones donde estar, pero ya volverán.
En ambas orillas, había bastantes lirios en flor, unos azules y otros amarillos. Los árboles, con pequeñas yemas antes del confinamiento, ya tienen hojas e incluso flores, y los lilos, con su embriagador aroma, están plagados de flores. En realidad, lo típico para esta época, pero después de tantos días en casa la naturaleza nos sorprende. No podemos olvidar que es primavera, aunque esta sea bastante atípica, tanto por nuestra situación como por el hecho de que raro ha sido el día que no hemos tenido un mar de nubes.
Sin embargo, gracias a esas gotas de lluvia y a la bajada de la contaminación, los parques y jardines de nuestras ciudades hoy nos sorprenden con un increíble manto verde y muchas flores de variados colores. Además, para variar, hace sol y la temperatura es agradable.
En el día de hoy, hemos dado un paso, además de un paseo. Seamos respetuosos y sigamos avanzando.
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