

Redacción
Sábado, 13 de enero 2024, 19:22
«Priorizar en inversiones que impulsan el desarrollo y fortalecen los servicios públicos, manteniendo un equilibrio sólido entre gastos e ingresos». Con estas palabras resumían esta semana desde el equipo de gobierno de Navalmoral el contenido y filosofía del presupuesto municipal para el presente año.
Los concejales del mismo, con el alcalde, Enrique Hueso, a la cabeza, hicieron un amplio recorrido por el contenido del documento, aprobado en pleno en diciembre, enumerando partidas, inversiones, proyectos, etcétera.
Buena parte de las intervenciones atañen a las áreas de Urbanismo e Infraestructuras, concejalías que regenta Francisco Javier Porras, y que cuentan con 2,6 y 2,5 millones de euros respectivamente, lo que supone casi la tercera parte del total (16,4 millones).
Entre lo más destacado de Urbanismo destacan el contrato anual con Urbaser para la limpieza viaria, aumento de personal en la Oficina Técnica o los estudios y trabajos previos al nuevo Plan de Urbanismo.
En cuanto a Infraestructuras, subrayaron la limpieza y mantenimiento de cauces públicos, reactivación de pilonas que delimitan las zonas peatonales y ejecución de plataformas únicas en varias calles, así como el mantenimiento de otras.
También la renovación del alumbrado público de zonas peatonales, colaboración en el plan PFEA (antiguo PER), el albergue, restitución del doble sentido de la circulación en la avenida del Magisterio, etcétera.
Posibles incrementos
Por otro lado, anunciaron posibles actuaciones a llevar a cabo en otras infraestructuras municipales, como el Centro Moralo, la Escuela de Música, el bar de la piscina, el del parque, el tejado de la casa de la cultura, la biblioteca y la adquisición y puesta en funcionamiento de un servicio de incineradora en el cementerio municipal.
En cuanto a la bajada de la cuantía que se destinará a los apartados de Cultura y Festejos respecto al anterior ejercicio (pasa de 1.929.000 euros en 2023 a 1.332.566 en 2024), aclaran que no irá en detrimento de las actividades que se organicen, ni por calidad ni por cantidad, sino que se llevarán a cabo a través de financiación externa.
Aquí aclararon que no tenía sentido mantener un gasto tan abultado en estos apartados mientras que había «mucha dejadez» en otros, como en el mantenimiento de infraestructuras municipales, apuntando carencias tales como goteras en edificios, fallos en la calefacción, baches o la «situación de abandono en el que se han encontrado inmuebles municipales, como el Centro Moralo, el edificio de La Gota o la biblioteca», concluye Hueso.
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