Tiempo para pensar

Estos días en los que tenemos más tiempo para pensar, lo he hecho y quiero transmitiros mis pensamientos. La empatía, la compasión, el sentir con los demás, nos hacen reconocer y ver el vínculo que nos une a las demás personas.

Pienso que existe un hilo invisible que nos acerca hasta los confines más remotos, y a situaciones, y a gentes que sufren, y hace que lleguen a nuestras casas. De este modo nos vinculan y no podemos permanecer parados. Y en estos momentos, también las tenemos más cerca, aquí mismo. Todos vamos en el mismo barco. El mundo es una aldea global.

Por eso, entiendo que es preciso crear colectivamente formas de vida más saludables, en todos los sentidos, que permitan la igualdad de oportunidades. Inventar y desarrollar una organización social que favorezca la ayuda mutua, la optimización de recursos, la cooperación.

Potenciar una educación que capacite para la solidaridad, para la libertad de pensamiento, para la creatividad. Llevar a cabo una utilización sostenible de los recursos naturales, etc. Poner en valor lo que podemos construir como sociedad, apoyándonos, y también pagando los impuestos que redundarán en una sanidad, una educación, una investigación científica, un transporte, etc., públicos y de calidad.

También pienso que ahora y siempre tenemos que ver la importancia fundamental de la acción política como vía para esa acción conjunta y coordinada, por medio del diálogo, la mediación, el consenso y la negociación, para así poder buscar soluciones a los problemas, y en definitiva, conseguir el bien colectivo.