
El pleno que celebró en la noche del jueves la Corporación Municipal terminó con una imagen inédita. Con la sesión ya levantada por la alcaldesa, cerca de las diez menos cuarto, seguía interviniendo el portavoz popular, Jaime Vega, para criticar que Raquel Medina no le permitiera rebatir alguno de sus últimos argumentos. Por entonces se llevaban ya dos horas y cuarto de una sesión larga, tediosa -con una batería interminable de ruegos y preguntas- y crispada en ocasiones entre Medina y Vega.
En esos ruegos y preguntas se repitieron temas recurrentes, como la información que facilita o no el equipo de gobierno a la oposición, las circulares sobre las horas extraordinarias de la Policía Local, el comedor del colegio El Pozón o el rechazo generalizado al paso del tren de alta velocidad en superficie y la respuesta que dio el presidente de la Junta de Extremadura a la petición de la alcaldesa para que se redacte un nuevo proyecto soterrado.
También se habló de la necesidad de controlar a las personas que reinciden en cometer delitos, de las quejas de los vecinos del entorno del parque de la Serradilla, de la Memoria Histórica o del deterioro del parque municipal. Demasiadas preguntas y demasiados ruegos en tan poco tiempo, porque al final se convierten en un batiburrillo de lo que no se saca nada o casi nada en concreto.
Al responder a una de esas preguntas, Medina se definió como «feminista, republicana y roja» ante un comentario del concejal de Vox, Jorge Martín, que la calificó de «feminista supremacista».
Refuerzo policial
Del resto del orden del día destacó el sorteo de los componentes de las mesas electorales del 10-N y una modificación de crédito que permitió conocer que el Ayuntamiento moralo abonará al de Trujillo 9.100 euros por los servicios que policías locales de esa población prestaron en las fiestas de San Miguel.
Un procedimiento que defendió la alcaldesa, recordando que se hace con frecuencia entre los municipios para reforzar la seguridad en momentos puntuales cuando no se tienen agentes suficientes. En ese sentido aseguró que siempre ha sido al contrario, que Navalmoral reforzaba a otras poblaciones, pero ahora tiene muchos agentes de baja médica o jubilados.
Unos argumentos que no convencieron al portavoz popular, primero por no tener información suficiente al no disponer del convenio y segundo porque no le cuadraban las cuentas, ya que le salían 500 euros diarios para cada uno de los agentes que participaron.
Raquel Medina insistió en que se pagará la hora extra a 22,5 euros «porque no se puede pagar más», además de lamentar que se ponga en duda una vez más la labor del Interventor y del Secretario, «que son quienes controlan que todo se haga dentro de la legalidad».
La modificación se aprobó con ocho votos a favor, de PSOE, siete, y Extremeños, uno; cuatro abstenciones (Ciudadanos, Vox y Unidas por Navalmoral), y cuatro en contra, del PP, al faltar uno de sus concejales por motivos personales.
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