Alrededor de 45 minutos ha permanecido cerrado, pasadas las diez de la mañana del martes, el paso a nivel de la calles Pablo Luengo para indignación de los conductores de turismos y autobuses que pasaban por allí en ese momento y de los viandantes, que no sabían si cruzar o no cruzar por si venía un tren.
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De hecho ha sido necesaria la presencia de la Policía Local para regular el tráfico ante las colas que empezaban a formarse. En cambio no ha aparecido ningún representante de Renfe o Adif para tratar de solucionar el problema, si es que lo había técnico, o dar explicaciones si se debía al retraso de algún convoy.
De hecho las barreras se levantaron cerca de las once cuando, efectivamente, pasó un tren. A las personas presentes solo les faltó aplaudir, además de insistir en las críticas habituales de «Otra avería más» o «¡Qué apaños!» o '«Este es el tren que tenemos».
Integrantes de la plataforma No al Muro, que se encontraron con lo ocurrido casualmente, aprovecharon para comentar que si las vías se soterraran esto no pasaría. «Pero no quieren», se lamentaban.
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