Ocho familias siguen sin poder regresar a sus casas tras el incendio del domingo

Llantos y abrazos de los afectados y sus familiares se fundieron el lunes con palabras de ánimo y consuelo de vecinos, conocidos y curiosos que volvieron a las inmediaciones del bloque de viviendas que se quemó en la tarde del domingo en Navalmoral, en la calle Sadí de Buen, junto a la casa del deporte y el Palacio de Justicia.

Un edificio peculiar, de más de un siglo de existencia, ocupado en estos momentos por ocho familias que, en algunos casos, han tenido que ser realojadas y que tardarán en poder regresar a sus viviendas debido al estado en el que ha quedado la primera planta. La directamente afectada por las llamas que devoraron la techumbre e hicieron caer la madera y las tejas al interior.

Junto a ellos bomberos y técnicos estudiaban la situación del inmueble, lógicamente precintado, acompañados por representantes del Gobierno local, que en la noche del domingo se encargaron de ese realojamiento, junto con personal de Cáritas.

El olor a humo era todavía perceptible en la mañana del lunes. Y la imagen de la mitad de la cubierta dantesca, en contraste con la fachada, puesto que a simple vista las casas de la planta baja «se han salvado», como apuntaba uno de sus propietarios, al margen de los daños que pueda haber causado el abundante agua que vertieron los bomberos.

Entre los vecinos presentes también había quien destacaba la actuación de una persona que al pasar por la zona en la tarde del domingo avisó a la Policía Local y a los ocupantes del edificio para que abandonaran las viviendas al ver humo desde la calle, evitando así males mayores, puesto que hay que recordar que no hubo heridos.

Comunicado municipal

A media mañana del lunes el Ayuntamiento emitió un comunicado sobre el suceso, en el que explicaba que a las 17:01 h. del domingo la Policía Local recibió el aviso de un vecino alertando de un incendio en el tejado del inmueble. Instantes después las patrullas que se desplazaron al lugar confirmaron la existencia de humo y fuego, localizado en una de las viviendas superiores.

«A las 17:05 h. se activó el 112 para movilizar a los servicios de emergencia, incluidos bomberos y sanitarios, dada la gravedad del incendio. De inmediato la Policía procedió a evacuar a todos los ocupantes del edificio como medida de precaución. Durante el dispositivo, algunos de los residentes requirieron atención específica debido a su situación, pero ninguno presentó problemas graves de salud», se dice en la nota municipal.

En total, diez viviendas se vieron afectadas por el incendio y 28 personas tuvieron que ser alojadas en dos establecimientos hoteleros locales. Tres mujeres fueron trasladadas al hospital Campo Arañuelo por inhalación de monóxido de carbono y crisis de ansiedad, mientras que otras cuatro personas fueron atendidas en el lugar del suceso.

Asimismo se señala que los bomberos lograron controlar el incendio tras horas de trabajo, si bien durante la noche continuaron enfriando la zona afectada para evitar reactivaciones. Además, la Policía Local, junto con Protección Civil y Guardia Civil, cortó el acceso a las calles colindantes y garantizó la seguridad en el entorno.

En otro punto se indica que el alcalde, Enrique Hueso, y varios concejales se desplazaron al lugar para coordinar la reubicación de las personas afectadas. Esa misma noche el salón de actos de la casa del deporte se habilitó como improvisado comedor y lugar de estancia para ellos.

«Esta ha sido la primera actuación inmediata para atender a los vecinos, pero el Ayuntamiento se encuentra en contacto permanente con ellos y está pendiente de cubrir todas las necesidades que puedan surgir a partir de ahora», se asegura.

En cuanto a los daños materiales, los servicios técnicos municipales evalúan el estado del edificio para «determinar las actuaciones necesarias».

Para terminar, el Ayuntamiento agradece la «rápida actuación» de los cuerpos de emergencia y la colaboración vecinal.

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