Las obras del tren obligarán a desvíos provisionales de la línea actual

Las obras del tren de alta velocidad, ya en pleno casco urbano, están modificando drásticamente el paisaje de algunas zonas, y más que lo van a modificar a medida que se vayan ejecutando las actuaciones proyectadas. Entre ellas desvíos provisionales de la línea actual para permitir la construcción de la plataforma en su ubicación definitiva mientras se mantiene operativo el tráfico ferroviario.

Así lo señala ADIF a preguntas de HOY sobre los trabajos en marcha, cuya paralización en el casco urbano sigue pidiendo la plataforma ciudadana No al Muro y de los que se habló en una reciente reunión entre el alcalde, Enrique Hueso, y representantes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias y de las empresas adjudicatarias.

Casi 70,7 millones de euros

El tramo afectado es el denominado Arroyo Santa María-Navalmoral de la Mata, de unos 6,8 kilómetros de longitud y un coste de casi 70,7 millones de euros.

«Las obras de la Línea de Alta Velocidad (LAV) contemplan una plataforma de sección doble y vía en ancho ibérico con traviesas polivalentes, lo que permitirá cambiar a ancho estándar en el futuro. En la zona de la estación se han proyectado cuatro vías, dos principales y dos de apartado», explica ADIF.

Una de las intervenciones más significativas será la supresión de seis pasos a nivel, «necesaria para la puesta en marcha de la línea de alta velocidad». Para ello se ejecutarán cinco pasos superiores (dos por cruces con la carretera N-V y tres para resolver la afección a caminos y vías pecuarias) y seis pasos inferiores (dos para vehículos y cuatro peatonales).

«Todas estas actuaciones eliminan el efecto barrera del ferrocarril y garantizan la permeabilidad del tráfico rodado y peatonal dentro de la localidad», añade.

Actualmente las obras se centran en los accesos a Navalmoral, terraplenando el desvío provisional de la vía y trabajando en el drenaje transversal de la nueva plataforma. Al mismo tiempo se acometen trabajos relacionados con la construcción de los cruces a distinto nivel de la vía actual, en concreto los terraplenes de tres pasos superiores, y de varios caminos de servicio y acceso a las obras que «mejoren la permeabilidad» en esas zonas durante los mismos.

Por último, ADIF afirma que todo esto se compagina con el seguimiento arqueológico y el análisis de los servicios afectados «que es preciso reponer en muchos casos con carácter previo a la ejecución de las obras».

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