Las obras en marcha cambiarán la fisonomía del colegio Campo Arañuelo

Las obras en marcha en el colegio Campo Arañuelo van a cambiar la imagen exterior y la distribución interior de uno de los centros más antiguos de Navalmoral, a la vez que más concurrido de alumnos, con cerca de 650 cada curso.

Si bien los trabajos comenzaron tímidamente en las últimas semanas del curso, para interferir lo menos posible en el desarrollo normal de las clases, con las vacaciones se ha dado una aceleración importante, como demuestran las estructuras de las nuevas escaleras que se levantan en la fachada que da a la avenida del Magisterio.

De hecho de lo que se trata es de mejorar la accesibilidad y la prevención de incendios, con un coste de algo más de 311.000 euros, que la consejería de Educación y Empleo adjudicó a la empresa Construcción Integral Tesma. El plazo de ejecución es de cinco meses.

El proyecto incluye la construcción de un aseo adaptado, la instalación de un ascensor, la creación de dos nuevos núcleos de escaleras que sirvan para salida de emergencia en las dos alas del edificio principal, la construcción y modificación de rampas, la adaptación de las barandillas interiores de las escaleras y la adecuación de los accesos a los recintos de Educación Infantil.

También la sustitución de la red de fontanería, muy deteriorada; la instalación de sistemas de alarma y detección de humo; la creación de nuevos despachos o la demolición de un tramo del muro del cerramiento, de unos 15 metros y situado frente al pabellón polideportivo, para construir uno nuevo ya que amenaza con derrumbarse.

Comedor del Pozón

Unas obras que observan con sana envidia madres y padres de otro colegio público, el Pozón, puesto que llevan años reivindicando la reparación del comedor escolar, tanto su interior como su exterior, que ofrece una imagen de abandono.

La propia alcaldesa, Raquel Medina, insistió en el último pleno en lo que había manifestado semanas antes, que tenía que estar solucionado desde hace tiempo. Asimismo insistió en que la solución llegará a partir de septiembre, a preguntas del concejal regionalista Joaquín Sarró, curiosamente el anterior director del Campo Arañuelo.