Padres y madres del colegio de los Maristas piden seguridad e higiene para el parque canino

Parque canino es el nombre que ha puesto el equipo de gobierno al espacio que ha acondicionado y cerrado el Ayuntamiento en las traseras del supermercado Supersol, en una parcela de propiedad municipal situada a pocos metros del colegio Marista Nuestra Señora de Guadalupe. Precisamente de ahí, de la asociación de padres y madres de alumnos, han surgido algunas quejas por su ubicación tan próxima a un centro escolar. Pero sobre todo por la falta de información.

En un pleno anterior, a preguntas de la oposición, la alcaldesa, Raquel Medina, explicó que había hablado del tema con directivos de la asociación y que estaban de acuerdo. Sin embargo el presidente del colectivo, José Carlos Fraile, ha asegurado a HOY que en ese encuentro no se mostraron ni de acuerdo ni en desacuerdo, puesto que su intención al solicitar la reunión era recibir información sobre lo que se iba a hacer. En ese sentido añade que la alcaldesa se comprometió a ponerse en contacto con ellos una vez que estuviera definido en cuanto a su ubicación y las medidas de seguridad e higiene a adoptar.

Para sorpresa de padres y madres los trabajos empezaron sin que nadie les hubiera informado de nada. Tampoco después, puesto que el parque está en uso desde hace días por parte de propietarios de perros.

En el pleno al que hacíamos referencia se dijo también que no se trata de un pipi-can como el que existe junto al Espacio para la Creación Joven, sino que es un espacio diseñado más para el esparcimiento de los animales y que se iba a extremar la seguridad con una valla más alta de lo habitual en este tipo de recintos y doble vallado en el acceso para que no puedan escaparse.

También se han colocado bancos y papeleras, que es una de las peticiones que hacían los padres para depositar en algún sitio los excrementos, así como un cartel con unas normas de funcionamiento, que todavía no se ha puesto.

Higiene y seguridad

Una vez que el parque canino está construido y en uso, aún sin estar finalizado, desde la asociación insisten en pedir medidas higiénicas y de seguridad, porque son muchos los alumnos matriculados en el colegio, y que exista vigilancia policial para evitar otras actividades ajenas a las mascotas.