Antonio J. Armero
Jueves, 27 de octubre 2016, 15:02
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
En Valdepajares de Tajo, casi nada es como era. Han pasado 28 años desde que Nora de Liechtenstein y el marqués de Mariño -padre de Isabel Sartorius, fallecido en 2002- compraron la finca situada en el término municipal de Peraleda de la Mata, cerca de Navalmoral y junto a la ZEPA (Zona Especial de Protección de Aves) del embalse de Valdecañas.
Lo que ellos adquirieron, explican, eran 256 hectáreas escasas de agua, sobradas de ganado y con un encinar mal gestionado. Como consecuencia, el suelo era semidesértico, el pasto de baja calidad y el encinar pobre y enfermo. Casi tres décadas después, ese mismo espacio -que en 2014 fue elegido por este diario para recibir uno de los premios Extremeños de HOY, personificado en su propietaria- ha recibido dos distinciones, una de carácter regional y otra nacional.
En abril, la Junta de Extremadura aceptó la petición que había cursado la sociedad propietaria de Valdepajares de Tajo (Agrotechnical Services S.L.) y le otorgó el título de área privada de interés ecológico. Fue una declaración pionera, porque hasta ese momento ninguna propiedad había recibido esa distinción, reservada a espacios naturales que destacan por las acciones de conservación del patrimonio natural que sus dueños desarrollan en ellos.
La segunda palmada en la espalda la recibieron la princesa y su equipo hace solo unos días. A primeros de este mes, el jurado de la sección española de los premios europeos de Medio Ambiente concedió a Vivencia Dehesa, que es el nombre del proyecto que se desarrolla en la finca, el premio a la mejor empresa de biodiversidad. Se trata de un certamen gestionado por la Fundación Biodiversidad y coordinado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y el hecho de resultar elegido en una de las categorías implica ser la baza española en los premios europeos de medio ambiente. Esa cita será hoy 27 de octubre en Estonia.
Nuevas técnicas
Para Carmen Perona, de Vivencia Dehesa, el premio supone "el reconocimiento al trabajo que con ilusión y esfuerzo realizamos cada día, luchando por mejorar un paisaje tan singular como la dehesa y para dar a conocer que es posible desarrollar nuevas técnicas de trabajo para obtener beneficios hoy y mañana», recoge la Junta en su web.
Esas acciones, que suponen una reinvención de la dehesa, incluyen desde convertir una encina muerta en el centro de un jardín de plantas aromáticas hasta comercializar productos de cosmética natural o desarrollar un extenso programa de formación en materia medioambiental, lo que incluye visitas de escolares o cursos de fotografía de naturaleza, entre otras muchas alternativas. Es la materialización de un pensamiento que Nora de Liechtenstein exponía en un reportaje publicado en este diario en mayo del año 2012.
«Hay que ser más imaginativo -exponía entonces la princesa-, salir del tópico esto se ha hecho siempre así. Y en eso estamos».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.