El PACMA exigirá responsabilidades al Obispado y al Ayuntamiento por la muerte de la cigüeña

El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA) ha anunciado que exigirá responsabilidades al Ayuntamiento de Navalmoral y al Obispado de Plasencia por la muerte de una cigüeña debido a la colocación de un sistema antiposamiento en la torre de una iglesia, según ha informado la agencia EFE.

El PACMA ha denunciado a través de las redes sociales que este fin de semana una cigüeña ha sido hallada muerta atravesada por varios hierros al tratar de montar su nido en la torre de la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias.

Según el Partido Animalista, esos hierros han sido puestos por los responsables de la parroquia "para que las aves no anidaran a pesar de que la torre es de hormigón y no peligraba por la presencia de cigüeñas", ha subrayado.

El cuerpo del animal fue retirado por los bomberos, tal y como informó hoynavalmoral durante el fin de semana con una galería fotográfica en Facebook remitida por una lectora no tanto para denunciar lo ocurrido, sino para agradecer la labor de los cuerpos que participaron en el rescate. Eso sí, aprovechó para pedir que se colocara un sistema menos agresivo para evitar los nidos.

Sin responsabilidad municipal

Sobre la polémica de la cigüeña preguntaron los informadores locales al primer teniente de alcalde, Iñaki Rodríguez, quien dijo el Ayuntamiento tiene el "0,0000000 de responsabilidad y competencia sobre este asunto". Pero al mismo tiempo aprovechó para rechazar los "comentarios, las brutalidades y los insultos" que algunos vienen haciendo en las redes sociales sobre los moralos y la ciudad, asegurando que a Navalmoral "no se le pueden dar lecciones protección del medio ambiente".

Asimismo apuntó que desconocían las causas de la muerte de la cigüeña, puesto que en las fotografías no se ve sangre.

Vecinos de la zona han manifestado, también a través de las redes sociales, que ese sistema se puso años atrás no tanto por el perjuicio que causaban las cigüeñas a la torre sino por el daño que pudieran causar a los viandantes los materiales del nido que caían al suelo, como ya ocurrió en alguna ocasión.