Pepe Pascual se despide del Ayuntamiento tras ejercer ocho años y medio como concejal
"Durante ocho años he trabajado, desde mis distintas responsabilidades, con la misma ilusión, poniendo todo mi esfuerzo, mis conocimientos y mi corazón, con mayor o menor independencia y acierto, en conseguirlo", dice en un escrito
Miguel Ángel Marcos
Viernes, 12 de febrero 2016, 10:28
Hace algo más de nueve años acepté con ilusión el reto de trabajar por mi pueblo e intentar hacer de Navalmoral de la Mata la ciudad que soñaba para mi hija.
Durante ocho años he trabajado, desde mis distintas responsabilidades, con esa misma ilusión, poniendo todo mi esfuerzo, mis conocimientos y mi corazón, con mayor o menor independencia y acierto, en conseguirlo.
Abandoné mi trabajo y, en ocasiones, hasta a mi familia. Me lancé a las aguas de la gestión municipal sin guardar la ropa. Sin otro objetivo en mi cabeza y en mis esfuerzos que trabajar por y para mis vecinos.
Desde que la decisión democrática de los ciudadanos, expresada en las urnas el pasado mayo, determinase que la responsabilidad del gobierno local recayera en otro grupo político, he intentado -con la mayor lealtad a la Institución Municipal y a sus legítimos representantes- colaborar con orgullo y honor, como concejal y como portavoz del grupo popular en el bienestar de todos los moralos, sea apoyando sea oponiéndome. Decisiones, en cualquier caso presididas, por el respeto a los demás y por la defensa acertada o equivocadamente- de los intereses de la mayoría de mis conciudadanos.
Pero como quiera que, en contra de la creencia de muchos, de que del Ayuntamiento se sale con la vida resuelta, en mi caso como en el de miles de personas que han asumido mis mismas responsabilidades- he tenido que buscar un acomodo profesional que me permitiese compaginar mi actividad política con una actividad laboral que aportase un mínimo de estabilidad a mi economía doméstica. Al final, afortunada y desafortunadamente y después de ocho meses, debo abandonar Navalmoral y, por responsabilidad, mi actividad política. Y, como quiera que entiendo que no se puede ser sin estar, mi condición de concejal.
El mayor orgullo de un moralo
Agradecer a mi familia especialmente a Marián y a Jimena- su paciencia, comprensión y apoyo; a todos mis compañeros de corporación a lo largo de estos años, su amistad y colaboración; a los vecinos, su comprensión y aliento constantes la verdad es que siempre me he sentido muy bien tratado y me considero muy afortunado por ello- y especialmente a los que, con su apoyo, me dieron la posibilidad de experimentar el mayor orgullo que, a mi juicio, un moralo puede disfrutar y que es ser aunque haya sido sólo en días contados y por ausencia del titular- Alcalde de Navalmoral de la Mata.
De la misma forma, pedir humildes disculpas a quien en el ejercicio de mis responsabilidades- haya podido, sin intención por mi parte, dañar, perjudicar u ofender. De manera especial a todas las personas que confiaron en mi o en nuestro proyecto político y nos apoyaron en las pasadas elecciones. Os aseguro que he intentado cumplir mi compromiso hasta el final pero, hoy por hoy, la actividad política se había convertido en un lujo que mi familia no se podía permitir.
Ojalá entre todos seamos capaces, aún en la distancia, de cumplir mi sueño inicial y al que no renunciaré nunca, de hacer de Navalmoral de la Mata una ciudad de la que nuestros hijos puedan sentirse orgullosos. ¡Viva Navalmoral!
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