¡Viva el Carnaval y hala Moralo!
Pedro Simón une sus dos aficiones en el pregón que abrió la fiesta
Miguel Ángel Marcos
Viernes, 5 de febrero 2016, 19:54
Pedro Simón hizo en la noche del viernes un ejercicio de nostalgia en el pregón que abrió el Carnaval 2016. Fue sobre el escenario de la caseta municipal instalada en la plaza de España, tras pronunciarse varios años en el balcón del Ayuntamiento. Después se procedió a la coronación de las reinas, Amara Yustino y Nayara Frías. Horas antes, a media mañana, el Carnaval de los Jóvenes llenó la calle de música y colorido con un desfile en el que participaron cerca de 700 alumnos y profesores de los institutos Zurbarán y Albalat.
Publicidad
Centrándonos en el pregón, el conocido empresario local agradeció, primero, el orgullo que supone para él ser el pregonero de la fiesta de su pueblo, que es lo máximo que podía esperar. Después recordó esa fiesta década a década. Primero los años 50, cuando "se mozeaba".
Era hermoso salir a la calle y ver a las jóvenes y bonitas moralas ataviadas con sus preciosos mantones de manila, guardapieses bordados, gargantillas, pendientes y, cómo no, con sus lazos, llamados siguemepollo, que eran la atracción, pues casi todos queríamos deshacer el lazo.
En esa época, según recordó el pregonero, los Carnavales eran las fiestas más esperadas por los jóvenes, entre otras cosas porque era la única forma de abrazar a la novia o a una chica, ya que aquellos tiempos no eran los de ahora.
De los años 60 Pedro Simón saltó a los 70, donde un grupo de amigos decidimos salir a la calle y organizar en la explanada de San Isidro juegos y carreras de cintas. Además, con el cambio de alcaldía y gobernación, se levantó más la mano y empezamos a usar el disfraz como símbolo del Carnaval.
Publicidad
Su primer disfraz fue reivindicativo, de preso, con amigos y compañeros como Lucas, Benjamín Moreno, Carlos Moreno, José Puertas o Joaquín y Carmen, recordando a personajes como Vigilio o Hipólito Gómez Trujillo.
Crece en calidad y visitantes
A partir de aquellos años, a juicio del pregonero, el Carnaval fue creciendo poco a poco en calidad y visitantes. Empezaron los desfiles de carrozas y comparsas, que algunos años fueron de verdadera belleza y admiración, siempre realizado por los componentes de las peñas con mucho sacrificio y esfuerzo".
Publicidad
Ahí recordó que siempre le ha gustado salir disfrazado, como cuando lo hizo de doña Croqueta, llevando tras de sí a más de 150 personas al campo municipal de deportes.
Con los años 80 se creó la Comisión de Festejos, al tiempo que su grupo de amigos decidió crear un catering totalmente gratuito con migas, chorizo, panceta o vino "para cubrir unas horas de la mañana del domingo que estaban desiertas de entretenimiento".
Los toros desde la barrera
Casi al final de su intervención llegó la 'jubilación' de su trayectoria carnavalera, ya que tuvimos la baja por defunción de tres miembros del grupo y no era posible seguir nuestro cometido". A partir de entonces empezó a ver "los toros desde la barrera, disfrutando y admirando nuestros desfiles y nuestro pueblo lleno de gente".
Publicidad
Para terminar, pidió que se hagan actividades para que el Carnaval no vaya a menos", como talleres en colegios o institutos, además de hacer una llamada a los jóvenes para que sepan que las fiestas no se beben, se disfrutan y se recuerdan.
Aunque antes de despedirse se saltó el guión que tenía escrito para entonar varias veces su conocido ¡Hala Moralo!, entre el aplauso de los presentes.
Al pregón de Pedro Simón le siguió el chupinazo, la coronación de las reinas y la imposición de bandas a las damas, la actuación de la murga Faratabailes y las primeras verbenas y bailes.
PRIMER MES GRATIS. Accede a todo el contenido
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión