

María Ángeles Fernández
Jueves, 10 de marzo 2022, 09:09
«Ha sido un día duro, estoy sobrecogido». Así resumía Salvador Serrano, portavoz de la familia de Rosalía Cáceres, desaparecida el 25 de mayo de 2020 en Bohonal de Ibor, el sentir familiar tras acudir el pasado viernes al Senado al acto institucional y ceremonia de entrega de la VI edición de los premios de la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas QSDglobal.
El 9 de marzo es el Día de las Personas Desaparecidas sin causa aparente y en España hay más de 4.600 en esta situación. Una lista en la que entró, hace casi dos años, Rosalía Cáceres, tras salir a dar un paseo por las afueras de Bohonal y nunca regresar a la casa de su pueblo, donde había pasado el confinamiento a pesar de vivir habitualmente en Madrid. Una llamada a su hijo pequeño es la última pista; desde entonces, silencio. Nada más.
La familia aún no ha podido acceder a la documentación judicial y policial del caso. Como explica Serrano, los protocolos obligan a la familia de la persona desparecida a personarse como acusación particular en la causa, algo que a priori carece de sentido, según comparte el yerno de Rosalía Cáceres, porque en este caso concreto no existe ningún acusado. El procedimiento además implica contar con abogado y procurador, con el desembolso económico que ello conlleva.
«Mi sensación, después de hablar con otras familias, es que casi todos los casos que están sin resolver es porque ha habido fallos de protocolos o errores de actuación», lamenta Serrano en conversación telefónica, quien espera poder acceder al sumario del caso de su suegra en pocos días.
El portavoz de la familia Cáceres ha explicado que los últimos mensajes recibidos de la policía judicial es que siguen trabajando y que están a la espera de los resultados científicos de algunas pruebas analizadas.
«Se trabaja de forma tan paulatina y espaciada en el tiempo que cuando se obtienen resultados de las posibles pruebas ya es imposible saber lo que pasó», ha declarado Serrano a una televisión regional que cubrió el evento del Senado.
En el acto, que tuvo su parte de protocolo y también de emotividad, se incidió en la necesidad de cambios legislativos para aportar seguridad jurídica a las familias y cambios en los modos de actuación policial. De hecho, el pasado 4 de marzo el Consejo de Ministros aprobó el Primer Plan Estratégico sobre Personas Desparecidas (2022-2024), dotado con 2,2 millones de euros.
«Rosalía Cáceres. 75 años. Año 2020. Bohonal de Ibor. Cáceres», se escuchó en el Senado a la vez que veía una foto. Serrano, que acudió al acto con tres de las hijas de Cáceres, depositó una rosa blanca en algo así como un pequeño altar.
Bohonal no olvida
Aunque no haya resultados policiales y ni se sepa qué se ha investigado ni en qué punto está el caso, nadie en Bohonal se olvida de Rosa, como se la llamaba habitualmente. Una gran pancarta con su rostro colocada en un edificio a la entrada del pueblo recuerda que aún se vive en vilo. Otra, colgada en el balcón del Ayuntamiento, insiste en que falta una vecina. Carteles más pequeños también se ven en varias fachadas y coches. Incluso en el punto en el que se supone que se le perdió la pista, según los datos de localización del móvil, su familia colgó su foto en una encina cercana al pantano. Rosalía está desaparecida, no olvidada.
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