El Moralo cuelga las botas con resignación, víctima de una decisión cuando menos discutible

Si Sanidad lo permite, el fútbol extremeño tendrá una prórroga en forma de liguilla exprés para decidir los ascensos a Segunda B. Esa es la decisión anunciada el miércoles por la RFEF para concluir la temporada en Tercera División. De este modo, Villanovense, Coria, Cacereño y Extremadura B se medirían en las próximas semanas en una sede aún por determinar en la región.

En las semifinales jugarían Villanovense y Extremadura B por un lado, y Coria y Cacereño por otro. La final enfrentaría a los dos ganadores para determinar el ascenso. Lo mismo ocurriría en las otras 17 territoriales y, finalizada esta fase final, la Federación adjudicará dos plazas adicionales entre los primeros clasificados que no hayan ascendido para completar un total de 100 equipos en Segunda B.

No obstante se trata de una propuesta que todavía no es firme, y que los equipos extremeños acatan, aunque con matices. En el caso concreto del Moralo CP ya sabe que su temporada ha terminado. Lo hace como quinto clasificado, igualado con el cuarto a falta de la disputa de las diez últimas jornadas, suspendidas por la alerta sanitaria. La sensación es que se le hace una injusticia por la decisión de apartarlo de un posible playoff de ascenso express a Segunda B.

«Aunque entendemos y respetamos la decisión de la Federación, no la compartimos en absoluto. No es la que esperábamos; está todo cogido por pinzas», señala su presidente, Horacio López, quien añade que «es el momento de estar unidos con aficionados y patrocinadores e intentar todos reflotar esta situación».

El equipo de Navalmoral siente que es el más perjudicado por estar empatado a puntos con el Extremadura B y establecer el golaverage particular, que lo tiene en contra, para decidir la clasificación definitiva antes de completarse la liga.

Destino cruel

El destino ha vuelto a ser cruel con el Moralo. Si hace dos campañas se quedó a las puertas de la promoción, con los mismos puntos también que el cuarto, por un gol recibido en el descuento en Santa Amalia, esta vez le ocurre lo mismo pero por fuerza mayor, cuando aún restaban treinta puntos por disputarse. Su suerte le es de nuevo esquiva y retorcida.

El último partido que disputó antes del parón por el coronavirus, en Almendralejo la mañana del 8 de marzo, lo perdió precisamente ante su máximo rival, el filial de Extremadura. Aquel gol de Aarón a falta de un cuarto de hora para marcar el 3-2 que resultaría definitivo ha sido a la postre igualmente decisivo.

En ese último encuentro, el conjunto dirigido por Pastelero dijo adiós al cuarteto de cabeza tras cosechar su tercera derrota consecutiva fuera de casa, una rémora que fue dando vida a sus perseguidores después de ocho jornadas seguidas instalado en la cuarta plaza, con ventajas de hasta seis puntos.

Además de lo deportivo, el presidente verde está preocupado por la situación en la que quedan los clubes, «tanto económica como socialmente. Es una pena que el trabajo y la dedicación de mucha gente que se ha dejado la vida en este proyecto haya sido en balde».

En ese sentido, agradece «la paciencia y profesionalidad del cuerpo técnico y plantilla durante este tiempo de incertidumbre, e intentaremos solucionar de la mejor manera posible el tema de los pagos pendientes», aclara Horacio López, al tiempo que asegura que sólo se les debe la primera quincena de marzo. Aquel mes en el que cambió todo.