Los vecinos del bloque próximo al silo han visto satisfechas, a medias, sus demandas de tener un mejor acceso, puesto que tras aparecer su denuncia en HOY se ha desbrozado algo a uno y otro lado del estrecho camino que lleva a sus viviendas para intentar mantener, al menos, la distancia a la que obliga la crisis sanitaria.
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«Está bien que hayan limpiado algo, pero es un parche, porque se han limitado a quitar unos matojos», decía una de las afectadas insistiendo en que lo que realmente quieren es tener un «acceso digno y seguro, como en otros barrios», sin la maleza que abunda a su alrededor, lo que supone un riesgo de incendio de cara al verano al convertirse en pasto.
Además insisten en saber quién es el propietario del solar en cuestión, próximo a las vías del ferrocarril, para hacerle llegar esa demanda. Aunque también hay quien piensa que no sería necesario si se cumple el bando que ha publicado la alcaldía con la obligación de los propietarios de limpiar el pasto de los solares que se encuentran en el casco urbano.
Justo lo que ocurre en este caso: un terreno repleto de pastos en el casco urbano, a pocos metros de un bloque donde viven cientos de personas.
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