Medio centenar de personas forma el grupo Batas Solidarias

«El pasado 25 de marzo me enteré que necesitaban batas en diferentes sitios, preferiblemente de plástico. Como tengo un conocido en Hormigones Moralos y en Magervysa, me puse en contacto con él y nos donaron casi 20 rollos de 300 metros. Así empezamos».

Ese es el germen de Batas Solidarias, uno más de los movimientos que han surgido en las últimas semanas para ayudar en estos momentos de crisis sanitaria y social. En su caso, fabricando material para quienes luchan en primera línea contra el coronavirus.

La promotora de la iniciativa, Patricia Fernández, explica que una vez que se decidió a «hacer algo», puso la publicación en Facebook por si alguien más quería participar. La respuesta no se hizo esperar, puesto que empezaron cinco personas y hoy son más de 50, hombres y mujeres, «entre los que se organiza la tarea de elaborar el patrón, cortar, coser, realizar los cinturones, conseguir telas…».

También han colaborado con ellos empresas de Tiétar, donando material para que 'fabriquen', o trabajadores del hospital proporcionado rollos de plástico con microperforaciones «que transpiran mucho mejor».

Patricia se ha dedicado, principalmente, a la localización de material para confeccionar las batas y a coordinar su entrega en los lugares donde se precisaban.

En estas semanas asegura que han colaborado estrechamente con Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil para poder hacer recogida y entrega del material en diferentes puntos de Navalmoral y la zona, como a sanitarios y trabajadores de limpieza del hospital, centros de salud o residencias de mayores.

Menor demanda

Su trabajo, como la pandemia, ha ido evolucionando, hasta el punto de que otros integrantes del grupo están realizando en estos momentos gorros para aliviar las rozaduras de las mascarillas. La producción continúa, aunque la demanda es mucho menor.