Cubrir dos necesidades básicas, como ahora son los alimentos y las mascarillas, es el objetivo de Cáritas y de Médicos del Mundo, colectivos que han aunado esfuerzos para ayudar a las familias más necesitadas de Navalmoral.
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El viernes acudimos al reparto, donde se encontraban, junto con otros colaboradores, Esther Hernández, voluntaria de Médicos del Mundo, e Irasema, trabajadora social, y Antonio Ramos, responsable local de Cáritas. Los tres coincidieron en hacer un llamamiento a la colaboración de empresas y particulares, ya sea con donaciones económicas, productos no perecederos o mascarillas.
«Antes del inicio de la pandemia repartíamos alimentos a unas sesenta familias. Pero en estos meses el número ha ido creciendo, y sigue haciéndolo. Ahora podemos estar en torno a las ochenta», lamenta Ramos, mientras los beneficiarios de esta ayuda acuden a su cita mensual, que se lleva a cabo en su sede, un local que tienen cedido por la Junta de Extremadura.
Junto a él estaba Esther Hernández, que el jueves y viernes aprovechó el reparto de alimentos para hacer lo propio con las mascarillas donadas por su organización. En total 200, que serán más en un futuro.
«Ya lo hemos hecho por otras zonas de Extremadura y queríamos venir también a Navalmoral. Preguntamos a las personas que vienen cuantos son en la unidad familiar y los damos mascarillas suficientes para que tengan para todos», manifiesta.
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Por su parte Ramos puntualiza que el reparto de alimentos se hace una vez al mes, en función de las aportaciones que a ellos mismos les hacen desde el Banco de Alimentos y las necesidades de cada familia, previamente valoradas por una trabajadora social. Las bolsas están personalizadas, en función de los miembros de cada unidad familiar, edad, etcétera.
Compran en Navalmoral
Además, cuentan con donaciones y aportaciones de empresas y particulares, con cuyo dinero compran alimentos perecederos como huevos o carne, completando así los lotes de los no precederos. «La compra la hacemos en comercios de Navalmoral», explica, de modo que además de ayudar a personas necesitadas, también contribuyen al mantenimiento del tejido empresarial local.
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Para concluir, los tres insistían en que el número de personas que atraviesan situaciones de necesidad sigue creciendo, por lo que se hace imprescindible seguir contando con las aportaciones que puedan hacer empresas, organismos o personas a título particular. «Ahora mismo toda ayuda es poca», señala Ramos.
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