La llave que abrió el Camino Real de Guadalupe
Cerca de cumplir los 15 años de existencia, la asociación Amigos del Camino Real de Guadalupe ve cumplido el fin para el que se creó, continuando con la promoción de nuevos trazados
eloy garcía
Domingo, 28 de marzo 2021, 23:28
En unos meses se cumplirán 15 años de la creación de la asociación Amigos del Camino Real de Guadalupe, y con ella uno de los objetivos para lo que fue fundada: el reconocimiento, promoción y señalización del Camino Real que conecta Madrid con Guadalupe.
Más concretamente con su monasterio, poniendo en valor el itinerario que desde hace siglos siguieron numerosos peregrinos, también utilizado por grandes mandatarios, como los Reyes Católicos, Carlos V o Fernando III. «Todo documentado, porque en la época de los Austria fue muy utilizado», explica Antonio Dávila, presidente de la asociación, quien recuerda cómo empezó su andadura en lo que otrora solo era una idea en mente, pero que hoy es una firme realidad.
«Es que no me lo creo, y jamás me lo voy a creer. En 2007 empecé con una brocha, pintando en blanco, en un viejo todoterreno. Y mira hoy. Tenemos muchos apoyos, pero la verdad es que nos ha costado», rememora.
El Camino Real cuenta con casi una decena de variantes, articuladas en torno al camino principal, con un recorrido de 257 kilómetros que discurren por las provincias de Madrid, Toledo y Cáceres; que cruza poblaciones con gran carga histórica y servicios de todo tipo, como Oropesa y Puente del Arzobispo, y con varios albergues a disposición de los peregrinos, como los existentes en Torrijos y Villar del Pedroso.
Dávila recuerda aquellos inicios, cuando en febrero de 2007 comenzaron a hacer estudios de campo y viabilidad del Camino, constituyendo oficialmente la asociación en el mes de junio. «Parecía fácil pero teníamos un problema importante como era encontrar un paso cómodo para el peregrino al cruzar el río Guadarrama», pues del antiguo Puente de la Zarzuela no quedaba ningún resto.
Puente de hierro
Solucionar este paso era importante, pues de no ser así deberían desviar a los peregrinos por la autovía A-5. «Para mí una gran tachuela en el camino, por el peligro del tráfico y los derivados del mismo, ruido, humos... que hacían que este viejo camino peregrino fuera alterado por los tiempos modernos», asevera.
Fue entonces cuando Dávila, que reside en Madrid desde 1963, recordó el viejo automotor de Goya, en la ribera del Manzanares, hasta el pueblo toledano de Almorox, a fin de facilitar el transporte de productos de las vegas del Alberche en Villa del Prado y Aldea del Fresno a Madrid, itinerario que hoy es una Vía Verde.
«Allí estaba el puente de hierro que nos permitiría el paso, aunque fuera por un pasillo estrecho y limitado por mallas metálicas. Reconocí que alguien desde arriba debió de iluminar mis entendederas al tomar esta decisión», celebra.
Pasado unos años, «y ya con el CRG reconocido y recorrido por centenares de peregrinos», fue invitado a una reunión en Villaviciosa de Odón para estudiar una conexión desde esta población con el Camino Real a la altura del referido puente. Se puso manos a la obra, iniciando el recorrido. A su paso, cruzando una urbanización, repara en el nombre de las calles, todas vírgenes y nombres. «Angustias, Pilar, Begoña,... y Montaña, ¿eh?, si esta Virgen es la patrona de la ciudad de Cáceres. Paro para confirmarlo y siento un cosquilleo emocional», encontrando la última calle de esta zona urbana: Virgen de Guadalupe, que prácticamente conecta con el puente de hierro.
«¿Desde cuándo estaba esperándonos la Morenita de las Villuercas a que trazáramos el CRG por aquí? Estos son los momentos de duda y de fe que alumbran a los peregrinos», explica.
Y así hasta llegar a Guadalupe, pasando antes por Villar del Pedroso, Carrascalejo y Navatrasierra, superando el puerto de Arrebatacapas, en pleno corazón de las Villuercas. Contando, además, con la colaboración y la suma de esfuerzos de administraciones y de la asociación Fray Hernando de Talavera, que se han implicado activamente en esta labor.
Los tracks, en la web
Aunque la pandemia ha ralentizado la labor de promoción y dotación de nuevas infraestructuras, desde la web de la asociación (www.acrg.es) siguen informando a los interesados en hacer el Camino Real de Guadalupe. No solo desde Madrid, sino en otros ramales que proceden de Ávila, El Tiemblo, Guadalajara, Segovia y San Lorenzo del Escorial, que a su vez confluyen en Oropesa.
«Desde nuestra web se pueden descargar los tracks, así como consultar hospedajes, ver las etapas con detalle, historia del camino, etcétera», subraya Dávila.

Para concluir, el presidente anima a los peregrinos a que completen este recorrido, siendo uno de los pocos que parten del centro del país y que concluye en Guadalupe, donde admirar la talla de la patrona extremeña.
El ramal principal suma 257 kilómetros, que unen Madrid con el Monasterio de Guadalupe. A este se unen otros, confluyendo todos en Oropesa, desde donde aún restan 82 kilómetros para completar este itinerario histórico..
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