La oficina de Liberbank en Navalmoral, situada en la plaza del Jardincillo, funciona con normalidad –la normalidad que permite la situación que genera el estado de alarma- al contrario de lo que anunció un medio de comunicación, La Crónica de Badajoz, sobre su cierre al público por el contagio por coronavirus de uno de sus empleados.
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Una información, sin contrastar con los directamente afectados, que ha sorprendido y enfadado, puesto que ese cierre no se ha planteado, salvo para desinfectar las instalaciones una vez confirmado el positivo, lo que se hizo el miércoles.
Tras pasar los días festivos de la Semana Santa la oficina volvió a abrir sus puertas para atender a sus clientes, con cita previa eso sí, por entender que les necesitan más que nunca para abordar cuestiones relacionadas con hipotecas, impuestos, pagos de autónomos, créditos o ayudas que necesitan para mantener viviendas o negocios.
Lógicamente todo se hace extremando todas las medidas sanitarias establecidas para evitar la propagación del virus.
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