Esta es la imagen que ofrecía, pasadas las diez de la mañana, la zona peatonal en las inmediaciones de la Casa de Comillas, ante la presencia de decenas de vecinos y vecinas para recoger las bolsas individuales con mascarillas y guantes que ha empezado a repartir el Ayuntamiento.
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Una imagen similar se ha vivido en el barrio de la Marcha Verde, la plaza de La Chimenea o el centro cultural La Gota, otros puntos del reparto por sectores en los que se ha dividido el casco urbano para facilitar la recogida.
Como era de esperar, esta situación ha generado opiniones para todos los gustos. Desde quienes creen que con este procedimiento se ha complicado mucho, primero para saber a qué sector corresponde cada calle y después por las largas colas que provoca –respetando eso sí el distanciamiento social- y el tiempo de espera, de más de una hora, por lo que ha hay vecinos que consideran que hubiera sido mejor mantener el anterior reparto puerta por puerta.
Por el contrario, hay quien recuerda que cuando se hizo el primer reparto todo el mundo estaba confinado en su vivienda, mientras que ahora muchas personas salen a trabajar o a pasear o a hacer deporte o a ir con niños, y no estarían para recoger la bolsas.
Por último, hay quienes piensan que tampoco era necesario ir a primera hora y el primer día, en aluvión, porque ya casi todo el mundo tiene mascarillas y guantes y las bolsas no se van a terminar, puesto que se han preparado 20.000, para toda la población. Y cuando, además, se reparte mañana y tarde.
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