El PP lamenta que el secretario provincial del PSOE refrende las «irregularidades cometidas» sobre la Policía Local

El pasado 9 de agosto el equipo de gobierno salió a los medios de comunicación para mentir a los moralos. Públicamente dijeron que pagaban las horas extraordinarias a la Policía Local a 22.50 euros/hora, según el acuerdo-convenio de 2017 para los empleados públicos al servicio del Ayuntamiento; que no era cierto que Raquel Medina hubiera firmado que las pagaría a 62.50 euros/hora (500 euros/día) y mucho menos que lo hubiera hecho a seis días de las elecciones generales.

Ante tal falta de responsabilidad y respeto a todos los vecinos, el día 14 de agosto este grupo municipal demostró documentalmente que mentían, que seis días antes de las elecciones Raquel Medina, saltándose ese convenio, la Ley, y un informe de intervención negativo que ella misma citaba, se había comprometido a pagar esas exorbitadas cantidades, creando así un extraordinario agravio comparativo con el resto de los empleados públicos en plena campaña electoral y a espaldas de todos.

Pues bien, no contentos con haber mentido a los moralos, el PSOE de Cáceres, cuya secretaría general dirige Miguel Ángel Morales, emitió anteayer un comunicado para ensalzar que Raquel Medina se saltara la Ley, no cumpliera con el convenio vigente y comprometiera un dinero público (del que no se puede disponer arbitraria ni personalmente, y mucho menos con fines electoralistas), a sabiendas del informe negativo de intervención.

Miguel Ángel Morales transmite así un gravísimo mensaje: refrenda todas esas las irregularidades cometidas por Raquel Medina y las aplaude, pues en ese peculiar universo socialista –propio de una feroz dinámica absolutista- la Ley, el convenio, las instituciones municipales y los vecinos, solo serán respetados cuando sirvan a los intereses partidistas del PSOE.

Esa es, tristemente, la nueva razón de estado que pretenden imponernos, mientras, y pese a la amonestación del Defensor del Pueblo, siguen negando el acceso a los expedientes, por miedo a lo que esconden.