La Tenia

Nos movemos entre la apatía y el enfado. Entre la mentira y la inseguridad. Nos movemos despacio y con miedo, hacia ningún lugar.

Tener opinión propia y manifestarla, pone una diana en tu espalda. Disparar de frente, sosteniendo la mirada a quien pretendes abatir, solo está al alcance de quien acepta que puede ser derribado. Hablo metafóricamente, no sea que, alguna blanca y delicada mariposa, sienta peligrar sus alas ante un cargador de veintisiete balas amunicionado en orden y disparado a ráfagas.

La tenia es un parasito que no diferencia entre vertebrados o invertebrados. En el mejor de los casos, ocupa los intestinos, en el peor, puede llegar al cerebro provocando graves lesiones y ceguera (Fuente: Wikipedia). Pues bien:

Desde que se dio la noticia del No Soterramiento de las vías a su paso por mi pueblo, no dejo de leer y escuchar que nos faltan agallas para luchar por lo nuestro y por lo que nos merecemos y necesitamos. Muchos lo hacen desde el sillón, sí. Otros en las terrazas o de paseo. No soy quién para afear los actos de nadie. Ni de los que van ni de los que se abstienen de participar. Yo mismo fui a algunas y no he vuelto; ni ganas.

Todos estos que se dedican a pasar lista, a repartir responsabilidades equitativamente y afear la conducta de los verdaderos inoperantes con pompas de jabón; todo sea que no se despierte el monstruo vengativo, no quieren o no saben ver la realidad de lo acontecido. Cualquiera de las dos opciones es más que preocupante, pues peinan canas en los dos hemisferios.

Del tema del soterramiento, hizo bandera el grupo socialista moralo. Le vino muy bien para atacar al PP, aunque desde el 2003, les preocupa lo mismo que las miasmas que emanan nuestras alcantarillas. Como una tenia, entró en las asociaciones; cuando no las creó, a través de la comida. Autobuses, pancartas, banderas, gorras, pitos, etc., etc.… todo lo que fuese necesario para abrir la puerta y parasitar. Silentes, se acomodaron en una esquina, mientras sus anfitriones tragaban felices y se contaminaban con más embriones parasitarios. En un principio, nada se nota.

Sin síntomas y reforzados, pueden con todo y movilizan a los vecinos, pero, se da un cambio político a nivel nacional y las tenias se activan, se hacen sentir y debilitan desde dentro. Dan la cara y marcan el paso. Deciden quién puede y quién no, estar presente en actos y manifestaciones. Las asociaciones totalmente invadidas, se dejan llevar como autómatas, hablan por boca de ganso y dan una imagen tan enfermiza, que provoca la huida de los pocos convencidos. Aun les quedan fuerzas, aunque encorvados y con los ojos vidriosos, para a través de unos labios resecos, acusar de enemigos a aquellos a los que cerraron la puerta, para terminar con un patético intento por escupir a las manos que se les tienden. Lo que yo he visto y oído, no me lo niega nadie.

La solitaria reina, que se alimenta de una pieza mayor; que ha dejado ciega e inmóvil, sigue mandando fetos hambrientos, que mientras buscan a que agarrarse, entonan el mantra inculcado: «No hay que politizar el problema del tren». ¡Claro que sí, guapis! El que nada ha hecho por soterrar el tren a su paso por mi pueblo, fue profesor de gimnasia durante tres meses. Que sea ministro de un Gobierno socialista, es un accidente más de los muchos que estamos padeciendo, y que nadie se equivoque. ADIF hace lo que este ministro socialista le ordena. Punto.

Propuestas en pleno

Imagino que ya nadie se acuerda que el PP de Navalmoral de la Mata, acordó con todas las fuerzas políticas de este municipio (incluidos los socialistas) once propuestas, allá por junio del veinte, para entre todos, con las asociaciones en cabeza, hacer lo posible y lo imposible, para que esta fatal noticia, no se produjera. Como ha quedado claro en el último pleno el Sr. Tte. de Alcalde N.º ¿?, nada de lo que proponga el PP moralo se llevará a cabo, aunque suponga la muerte de nuestro pueblo.

Ahora, que esos seres de luz, que pululan por micros, púlpitos y flashes, con lenguaje meloso y vacío; aunque en petit comité tienen bocas como hachas oxidadas, me nieguen que esa es la realidad que vive este pueblo. Debe ser muy difícil criticar a quien te lo da todo, más cuando esos mismos, todo te lo pueden quitar, amenazar y vilipendiar hasta ponerte de rodillas. Ejemplos tenemos y muy cercanos en el tiempo. ¿Verdad?

De todas formas, no todo es malo. Navalmoral va a ser una ciudad plenamente socialista. Va a borrar la historia que no le interesa, crear empleo subsidiado, una burocracia kafkiana, una división entre ellos, los suyos y los demás y un muro que saltar, o, ¡qué coño! derribar, buscando libertad.

Isaías 5.20.

¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!

Prefiero que me odien por decir la verdad a que aprecien por callar y tragar.

Long Life to White Trash.