

El Ayuntamiento ha perdido durante la etapa de la pandemia, por jubilación, a algunos de sus trabajadores más conocidos y que más tiempo llevaban en la plantilla municipal. A finales de abril abandonó quien ha ejercido como secretaria de alcaldía las últimas cuatro décadas, Sara Sánchez Cobos. El martes se despidieron el subinspector jefe de la Policía Local, Carlos Marcos, y uno de los oficiales, Manuel Barbero.
Sara Sánchez ha sido una presencia permanente en la primera planta de la casa consistorial desde el 1 de marzo de 1980 hasta el pasado 23 de abril, siendo el filtro entre los vecinos y todos los alcaldes de la democracia: Tomás Yuste, Javier Corominas, Salud Recio, Luis Duque, Rafael Mateos y Raquel Medina. Su discreción la ha mantenido hasta el final, resistiéndose a cualquier entrevista en la que repasar su larga andadura por más que se le ha propuesto.
«Cuando escriba mis memorias», dice en tono de broma.
Dado que su jubilación se produjo en los momentos más severos del confinamiento no tuvo la despedida que hubieran querido hacer en el Ayuntamiento, limitándose a una recopilación de mensajes de video de personas allegadas que quisieron participar.
Policías locales
Seis años más joven, 59, es Carlos Marcos, que cerró el martes su vida laboral acogiéndose a la ley que permite jubilarse a los policías a esa edad con 37 años de servicio. Llevaba más de 38, por lo que pudo hacerlo meses atrás, pero prefirió continuar durante el estado de alarma ante la escasez de efectivos de una plantilla muy mermada, con solo 17 agentes activos de un total de 35, por distintos motivos.
Toda su andadura policial la ha cubierto en Navalmoral, como agente, oficial y finalmente como subinspector jefe. ´
Marcos sí tuvo una pequeña despedida, al igual que Manuel Barbero, su compañero más habitual en los últimos tiempos que también se ha jubilado, aunque la intención es hacer una celebración mayor cuando la situación lo permita. Barbero, natural de Serradilla, lleva en Navalmoral desde 1991.
También han tenido un cariñoso mensaje de despedida por parte de uno de los agentes, José Luis Baños.
«Se trata de dos personas que han estado ahí, al pie del cañón, días y noches de servicio público, de faltar en casa. Ahora toca cuidar a la familia, de eso entendéis mucho, de cuidar. Habéis estado casi cuarenta años cuidando de los moralos, ahora cuidaros vosotros.
Los que aquí quedamos intentaremos merecer las lecciones aprendidas y hacernos valedores del uniforme que vestimos y que vosotros habéis engrandecido. Con vosotros se acaba una gran generación de policías locales de Navalmoral, que estoy seguro que los moralos echarán de menos. Igual que nosotros, sus compañeros. Los que nos quedamos, intentaremos seguir vuestra estela».
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