

Florentino Velaz, periodista
Sábado, 5 de septiembre 2020, 23:39
«Jesús hoy está vivo. Ha subido al podio por el bien de todo lo que ha hecho en Navalmoral a través de la radio». Fueron las palabras de despedida que pronunció David González en la misa de novenario, aplicada este viernes, 4 de septiembre, por el alma de Jesús Rubio.
De nuevo, el sacerdote recordó la diferencia entre el mundo terrenal y el celestial, entre el mundo inteligible y sensible de Platón, entre el mundo racional y el de las creencias y la fe. Mundo este último que no tiene verificación posible frente al mundo inteligible y de la razón o de la episteme y la ciencia.
Los feligreses lo despidieron, a petición del que fuera párroco de Jesús Rubio, con un aplauso de cariño y respeto, que se convirtió en un emotivo abrazo a su mujer Lola, a su hijo Susi y a sus hermanos y familiares cercanos.
Tanto el sacerdote David González como Tomás Rubio, que ofició la misa en memoria de Jesús en la iglesia San Andrés Apóstol, recordaron sus primeros pasos en los movimientos de renovación que impulsó la Iglesia Católica en las décadas de 1960 y 1970 del siglo XX.
«La iglesia tenía los derechos de asociación y reunión -recordó Tomás- que utilizaba en el régimen caduco de la dictadura para preparar a jóvenes en democracia. Jesús Rubio participó en 1970 a través del Club Juvenil».
Tomás Rubio destacó algunos rasgos de la personalidad de Jesús. Dijo de él que era «una persona sencilla, de mirada profunda, creativa e imaginativa, de trabajo constante y de talante abierto y dialogante. Necesitamos personas así para seguir avanzando. Fue un gran hombre que tanto hizo por Navalmoral a través de la radio», prosiguió.
Nacimiento de la radio local
En la década de los 80 del siglo pasado algunos estudios de comunicación aventuraban el nacimiento de la radio local. Jesús Rubio Fernández decidió fundar Radio Navalmoral en 1980 y puso en marcha el periódico 15 Días. Aunque tuvo ofertas para salir de Navalmoral, no quiso marcharse de su población natal.
El novelista Gabriel García Márquez, que siempre se declaró antes de todo periodista, decía en 1976 en Radio Habana que «el periodismo es una profesión que se escoge». Y Jesús decidió escoger el periodismo por vocación, teniendo la oportunidad de haberse dedicado a la enseñanza como profesor en los institutos Zurbarán o Augustóbriga. Optó por quedarse en ella y empezar a desarrollar los dos proyectos de comunicación. Compaginando su trabajo en Radio Navalmoral con las corresponsalías del diario HOY y de Radio Nacional de España en Cáceres, consiguió asentar las dos criaturas.
Además de empresario y emprendedor, Jesús Rubio tuvo la habilidad de saber conectar en la emisora con los problemas de la zona, cuando comenzaba su andadura la central nuclear de Almaraz, y cerca de 60.000 habitantes de las comarcas de la Vera, del Campo Arañuelo, de los Ibores y de la población de Navalmoral demandaban mejor asistencia sanitaria, exigiendo en una manifestación multitudinaria, celebrada el 26 de diciembre de 1983, la apertura del Hospital Campo Arañuelo.
De esta forma, Jesús Rubio demuestra que no hay sitios menores para ejercer el periodismo, cuando esta profesión se hace por vocación, se hace por el compromiso de denunciar los problemas de los habitantes de una zona, y se desarrolla con entusiasmo. No sólo consolida los proyectos informativos, sino que está en ellos al pie del cañón, elaborando crónicas implacables sobre los problemas que aparecen en Almaraz y generando inquietud en el poder político, cuando escuchan sus informaciones sobre el hospital.
Vocación, compromiso y entusiasmo son las tres virtudes que, para mi, debe tener todo periodista. Y Jesús Rubio las desarrolla hasta su muerte, ocurrida el 25 de agosto, a los 73 años de edad.
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