Jay Martín, con las víctimas de la represión franquista

Se trata, según explican desde la discográfica, de una balada folk «de atmósfera fronteriza y con forma de nana, que se sitúa en la Extremadura de 1936 y que narra los últimos días de vida de un hombre apresado por sus ideas políticas».

A la «fuerza visual» de las imágenes que ha dado forma su director, Jerónimo García Castela, se suma la riqueza instrumental de guitarras, trompetas, acordeones, contrabajo y piano. «Todo ello, unido a la voz rasgada del músico, da lugar a un producto audiovisual con una enorme carga dramática y emocional que nos hace mirar hacia el pasado y reflexionar sobre nuestra memoria histórica», añade.

El videoclip se ha rodado en el convento de San Francisco, de Belvís de Monroy, y en el Ecomuseo del Tío Cáscoles, en Romangordo, a cuyos aayuntamientos agradece su colaboración, al igual que al equipo técnico, músicos, actores y actrices. Esto último muy familiar, con Roberto Aceituno en el papel de padre, Rebeca Martín (madre), Vega Aceituno ('Lucerito'), José Ángel Mateos (cacique) y José Antonio Fernández (cuñado).

Empezó en Milana

De Jay Martín se recuerda que inició su trayectoria musical en la banda de country-rock Milana, con la que grabó dos álbumes, 'Campo y piedras' y 'Desierto cicatriz', para continuar esa senda en 2022 con su primer trabajo en solitario, 'Que la tierra nos sea leve'.

Sus composiciones, escritas en castellano, navegan entre el folk, el country y la música de autor. «Si algo consiguen sus canciones es conectarnos a través de la emoción y descubrirnos un universo íntimo y personal que se acerca a lo global, estimulando un diálogo transfronterizo entre mito, ficción y realidades cotidianas», se dice desde Milana.