La jardinería municipal se refuerza con una segadora que recicla

El gobierno municipal es consciente de la necesidad de ampliar la plantilla de jardineros, dada su cortedad y las zonas verdes y el arbolado de Navalmoral, y prueba de ello es que cada vez que hay contrataciones temporales se destinan allí trabajadores.

Así lo manifestó el concejal de Medio Ambiente, Pedro Fernández, en la presentación de una nueva herramienta para ese servicio, una plataforma de siega similar a la que se tiene desde hace seis años. En el acto el jardinero jefe, Ángel Mariscal, agradeció esa compra al equipo de gobierno, al tiempo que insistió en la necesidad de contar con más personal fijo.

«La jardinería morala está medianamente bien, dijo. Pero para que esté todavía mejor hace falta más personal fijo, porque el temporal que nos entra es un apoyo. Necesitamos gente que se suba a la cesta a podar, que desbroce, que se monte en esta máquina… y que no dependa solamente de los dos que estamos».

Una necesidad que reconocía el propio concejal. «Hace falta personal fijo, es verdad, pero como ayuntamiento tenemos las manos atadas, igual que otros ayuntamientos. Y lo saben, porque hablamos muy a menudo de ello. En el momento en que se pueda contratar se hará en la oferta pública de empleo, convocando las plazas que están vacantes por jubilación».

Mientras tanto se va cubriendo con plazas temporales, como las últimas que han salido, «que aunque sean de tres meses ayudarán a que el servicio funcione mejor de cara al verano».

Muchas ventajas

En cuanto al equipo que se presentaba, se trata de una plataforma de siega «con muchísimas ventajas sobre un tractor tradicional, porque es recicladora, lo que supone que no tienen que recoger los restos, ya que los va dejando en el suelo triturados, en forma de materia orgánica. Y además son máquinas potentes que desarrollan un trabajo muy rápido, lo que unido a que no hay que recoger restos, supone un ahorro de tiempos muy grande», según apuntó el técnico que detalló sus características.

Asimismo insistió en la calidad del vehículo y en la marca, Toro, una empresa puntera en máquinas de siega, «probadas en campos de golf donde la siega es exquisita. Tener una máquina de estas en parques y jardines es una gozada», señaló.

El coste del equipo ronda los 7.000 euros.