«Al igual que nos han inculcado la higiene de manos, nos deberían inculcar la higiene medioambiental para evitar nuevas pandemias»

Debo confesar que siempre he sido muy escrupulosa respecto a la higiene de manos. Afortunadamente, en la 'nueva normalidad' no voy a tener que justificar mi costumbre de usar un pañuelo para tocar los picaportes de los baños públicos. Es más, ahora lo raro sería no usarlo.

Confío en que las normas de higiene personal hayan llegado para quedarse. Sin embargo, observo que la sociedad no ha interiorizado la importancia de mantener limpias las calles. Las terrazas de los bares por fin están abiertas, pero no está permitido poner ceniceros en las mesas y las colillas se amontonan en el suelo. ¿A nadie se le ha ocurrido apagar el cigarro y tirarlo en una papelera?

Por otra parte, las aceras de Navalmoral acumulan decenas de guantes de plástico, imagino que procedentes de quienes salen de comprar de los supermercados.

Por este motivo, entre las teorías 'conspiranoicas' que se han difundido durante el confinamiento, la que más creíble me parece es la de que el Planeta trata de llamar nuestra atención. Ya lo dijo James Lovelock en 'La venganza de la Tierra': hay un virus llamado homo sapiens y la Tierra ha activado su sistema inmunológico para defenderse de él.

Este científico y escritor británico considera que todavía estamos a tiempo de dejar de ser dañinos para la salud medioambiental y de comenzar a funcionar en una simbiosis con la naturaleza. Y que conste que sus medidas son realistas, nada de volver a la Edad de Piedra, sin telecomunicaciones o medios de transporte. No voy a desvelar cuáles son sus propuestas, sino que animo a descubrirlas leyendo el libro.

Foto con mascarillas

El fin del confinamiento nos ha permitido reunirnos de nuevo con nuestros seres queridos. Hace unos días quedé con una amiga y quisimos inmortalizar el reencuentro haciéndonos una foto, pero cuando miramos la imagen nos dimos cuenta de que llevábamos puestas las mascarillas y no se apreciaba que estábamos sonriendo.

Mi amiga me comentó que se imaginaba contándole a sus futuros nietos que hubo una época llamada 'antigua normalidad', en la que nos saludábamos dándonos dos besos y paseábamos por lugares concurridos sin usar mascarillas.

¿Volveremos a disfrutar del contacto físico y de las sonrisas sin mascarillas? Creo que al igual que nos han inculcado la higiene de manos, deberían inculcarnos la higiene medioambiental para evitar nuevas pandemias. Mientras haya gente que considere que la normalidad es tirar cosas al suelo, los humanos seguiremos siendo el virus más peligroso de la Tierra.