
Carlos marcos
Martes, 2 de marzo 2021, 09:54
Somos unos joios narcisistas, unos egocéntricos, unos exhibicionistas de nuestras vergüenzas y de nuestras carencias, unos....
Exteriorizamos una imagen pública a través de las redes que ni siquiera nosotros nos creemos muchas veces. Buscamos la admiración, el beneplácito y la aprobación de algo o de alguien que hay detrás de Nick virtuales; que ni siquiera sabemos si sus problemas o añoranzas, son, como, mínimo, tan importantes o significativos como los nuestros. Nos abrimos a extraños; a ajenos; a desconocidos; y les contamos nuestras intimidades, nuestros 'secretos', nuestras vergüenzas, y mientras tanto cerramos nuestras puertas a los nuestros, a los que nos importan, a los que son parte de nosotros.
«Niño no molestes, cógete la táblet y mírate unos dibujos animados, que vamos a tomarnos algo».
«Venga come, te dejo el móvil pa' que te entretengas».
«Te pongo una peli en tu habitación, que viene unos amigos a vernos».
Vivimos en una sociedad cada vez más solitaria, individualizada, deshumanizada; con falta de valores y principios; abducida por el puto móvil o la maldita táblet. Estamos creando un ejército de zombis abducidos por una pantalla que nos lleva a un mundo imaginario y virtual en el que las relaciones personales, la socialización y el rozarse con los semejantes pasaron a mejor vida, y que lamentablemente no es lo que más nos preocupa.
Cuando hagan años, cuando se alejen de nuestro nido de protección y cariño, cuando vuelen libres a su destino -ya sea estudiantil o de emancipación-, en la memoria quedarán nostalgias, recuerdos y añoranzas de lo que hubiéramos querido que fuera su niñez, su adolescencia, nuestra relación… su, y nuestra mejor etapa de la vida conjunta, sin duda.
«Me hubiera gustado una caricia, un arrumaco, un achuchón»
«Me hubiera gustado una reprobación, una amonestación, una corrección»
«Me hubiera gustado una sonrisa, un gesto, una mirada cómplice»
«…me hubiera gustado sentirnos unidos»
«Dijiste que me querías, pero a tu manera»
«Te sentías orgulloso/a de mí, sin manifestarlo»
«Me diste todos los caprichos que te pedía, sin valorar su merecimiento»
«Me defendías ante todos, aunque no tuviera la razón»
…y callábamos;
Si cualquiera de esas afirmaciones estuvieran en nuestro pensamiento seguiremos siendo unos 'desconocidos', y añoraremos ese tiempo que perdimos de estar el uno con el otro, y ya no habrá vuelta atrás.
El paso del tiempo es irreversible. En cualquier momento de nuestras vidas seremos conscientes de que éste se nos escapa, de que ya no son esos niños con los que teníamos que haber jugado, que teníamos que haber escuchado, que teníamos que haber disfrutado...
Pero aún algunos estaríamos a tiempo. Nos vendría bien relajarnos, sosegarnos, tranquilizarnos; y recordar esos momentos sencillos, transparentes, asequibles, elementales. Y tirar a tomar por culo tanta red social, tanta nueva tecnología, tanto ordenador, tanto móvil, tanto enreo, …y tendríamos que disfrutar de nuestros hijos, de nuestra familia, de nosotros, y tendríamos que mirarnos a los ojos, rozarnos, abrazarnos,… porque luego será tarde, y nos arrepentiremos, no lo dudes.
«Intenta vivir de manera que cuando tus hijos piensen en amor, en lealtad, en ejemplo y en orgullo, piensen en ti»
Salud y fuerza© capitantrueno
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.