Opinión

El grupo socialista propone el nombramiento de David González como Hijo Adoptivo

El pasado 15 de septiembre conocíamos el fallecimiento del querido sacerdote D. David González Hernández, que durante 67 años ha ejercido el ministerio sacerdotal en la ciudad de Navalmoral de la Mata y diversas poblaciones del Campo Arañuelo.

Nacido en Solana de Ávila el 7 de diciembre de 1933, fue ordenado sacerdote en 1957 por el Obispo Juan Pedro Zarranz y Pueyo, tras cursar estudios eclesiásticos en el Seminario Diocesano de Plasencia.

Su primer destino en el ejercicio de su servicio ministerial fue Navalmoral de la Mata, donde a lo largo de estos 67 años de entrega generosa, ha ejercido como coadjutor de la parroquia de San Andrés Apóstol de la mano del párroco Julio Blanco Paredes y, a la muerte de éste, como párroco de dicha parroquia matriz hasta su jubilación por edad canónica.

A su ministerio en Navalmoral, se unen diversos servicios temporales en las parroquias de Santa María Magdalena de Valdehúncar, San Francisco de Asís de Millanes y San Juan Bautista de Saucedilla.

Siguiendo los postulados del Concilio Vaticano II, su labor entre el pueblo moralo fue siempre más allá de lo sacramental/ministerial propio de un sacerdote «al uso». Utilizando palabras del papa Francisco, David el cura -como era conocido por los moralos y moralas- ha sido un cura «en salida», un cura para la gente y con la gente, que tomaba diariamente el pulso a la vida morala en la calle, en los bares, en las casas, en las matanzas… y participando de los gozos, las alegrías, las tristezas y las angustias de los hombres y mujeres de Navalmoral y el Campo Arañuelo.

Así, su tarea pastoral fue siempre más allá de las puertas de la parroquia, más allá de los que eran feligreses y feligresas, ampliando su presencia a todas las realidades sociales de nuestra ciudad:

-A su llegada a Navalmoral, trabajo incansablemente en la animación y el acompañamiento, como consiliario, a los grupos de jóvenes que trabajaban implicados activamente en el mundo del trabajo y el mundo obrero -reclamado la libertad política y sindical- a través de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y la Juventud Obrera Católica (JOC) que, en ese momento, tenían una presencia numerosa y muy activa en nuestra localidad.

-Parte de su tiempo también lo empleó en la enseñanza de los y las jóvenes de Navalmoral en los diferentes centros de la localidad: Religiosas de la Sagrada Familia de Burdeos, colegio del Canchigordo e Instituto de Educación Secundaria Zurbarán.

-Siempre se mantuvo muy cercano y sensible a la realidad de las personas inmigrantes, volcándose en la atención a las distintas situaciones personales y familiares de los inmigrantes y transeúntes que llegaban a nuestra localidad. Entre otros, es conocida su incansable colaboración con los necesitados y desfavorecidos en Navalmoral a través de Cáritas Interparroquial y con Senegal a través de diferentes ONG´s, como la asociación Macodou S. Sall. Tal repercusión alcanza su colaboración con Senegal que uno de los pabellones sanitarios construidos en el país subsahariano gracias a sus aportaciones lleva el nombre de David González.

Implicación

Su implicación en la sociedad civil morala alcanza otros muchos y muy diversos campos:

Durante varias décadas fue miembro nato del patrono de la Fundación Concha, hasta que regresó a manos privadas -como era deseo de su Fundador- tras la incautación realizada por el Gobierno del general Franco al finalizar Guerra Civil española.

Es conocida su participación activa también en los grupos de rondas que recorrían las calles y tabernas moralas anunciando la llegada de la Navidad. También es conocida su implicación en el Carnaval, al que cedió todas sus sotanas para la celebración recurrente del entierro de la sardina.

Además, se implicó intensamente desde su llegada a nuestra ciudad con el deporte, actividad que le cautivó desde su etapa en el Seminario de Plasencia. En Navalmoral creó el Club Juvenil, donde se jugaban liguillas entre los equipos locales.

Fue también capellán y aficionado fiel del Moralo Club Polideportivo, acudiendo habitualmente al Municipal a presenciar los partidos del Moralo cada domingo. Futbolero incansable, era también miembro activo de la Peña Madridista Morala y de la Peña Bética Morala.

Pero quizá, el aspecto socialmente más reconocible de D. David y que pasará a formar parte de nuestra historia sea la introducción, en las fiestas patronales de San Andrés, de la tradición de la quema del Hombre Inicuo, figura que representaba el pecado y el mal del mundo. Esta arraigada tradición morala fue creada por D. David imitando el modelo de «la bicha» que se quemaba en el seminario de Plasencia la víspera de la festividad de la Inmaculada Concepción, a la sazón día de su cumpleaños.

Propuestas

Por todos los méritos expuestos y otros muchos que se omiten en esta breve exposición de motivos, el Grupo Municipal Socialista, recogiendo el sentir popular de los vecinos y vecinas de Navalmoral propone instar a los miembros de la Corporación Municipal al nombramiento de Hijo Adoptivo de Navalmoral de la Mata a D. David González Hernández, sacerdote, por los méritos expuestos que concurren.

Asimismo, instar al alcalde-presidente a iniciar el procedimiento de concesión de distinciones conforme a lo establecido en el Capítulo VI; Artículo 17 del Reglamento Municipal de Distinciones Honoríficas, y al Gobierno municipal a la convocatoria de la Comisión de Honores y Distinciones para valorar la propuesta de acuerdo del Grupo Municipal Socialista.

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