

Eloy García
Jueves, 10 de abril 2025, 20:19
La posibilidad de contar con conexión a Internet en banda ancha de forma gratuita, energías renovables que permiten abaratar costos a empresas y particulares y tener mayor calidad de vida que en una gran ciudad son tres de las grandes bazas que el país puede y debe jugar en la lucha contra la despoblación.
Ese es el sentir del periodista y comunicador Manuel Campo Vidal y así lo transmitió en la charla que ofreció días atrás en el Teatro del Mercado, dentro de las actividades de la Primavera Empresarial del Círculo Empresarial Moralo.
«Tras mucho tiempo con la crónica de la emigración y del abandono, por primera vez tenemos un rayo de esperanza. Ahora hay una crónica de la esperanza», aseveró.
Además de la referida conectividad en cualquier lugar a través de un programa de Gobierno Central (www.conectate35.es) y de las numerosas organizaciones que apoyan la instalación de instalaciones de energías renovables para autoconsumo, en la actualidad hay mucha gente dispuesta a vivir en el medio rural.
«Adiós a la política de la queja de siempre», afirmó.
Con unas mínimas condiciones de vida, prosiguió, numerosas personas están dispuestas a criar a sus hijos en un entorno diferente a los de una gran ciudad. También jubilados en busca de menor costo de su día a día, de mayor calidad de vida «y de mayor garantía de salud».
Excesiva burocracia
Según Campo Vidal, las herramientas están ahí. Solo hay que informarse, ponerlo todo en marcha, apoyar a emprendedores y, por supuesto, reducir la burocracia.
«En lo que a papeles se refiere, hacer una obra en un pueblo cuesta tanto como hacerla en la Castellana o en la Gran Vía», lamentó.
Otra de las «llaves» para la puesta en marcha de esta recuperación rural sería la comunicación. «Debemos explicarlo bien, tener fe y orgullo rural. Sí, se puede hacer», sentenció.
Ahí incidió en la importancia de los medios de comunicación a la hora de dar a conocer las posibilidades existentes, como las líneas de ayudas a través de fondos europeos, que, si no se solicitan y se gastan, se perderán.
O con una reducción de impuestos y otras iniciativas, como ya hacen Castilla-LaMancha y Extremadura.
«Hay soluciones inteligentes», insistió, como la llevada a cabo en Lanzarote (Canarias), donde se ha firmado un acuerdo con Irlanda para que nativos digitales se trasladen allí a trabajar durante tres meses.
«Esto se traduce en una inyección de dinero en los pueblos a los que van», explicó.
Implicación personal
Preguntado sobre el por qué de su implicación personal en esta lucha, Manuel Campo Vidal fue claro. «Yo soy hijo de la España vaciada», recordando como tuvo que emigrar junto a su familia del pueblo que los vio nacer Camporrells (Huesca), al cerrar la fábrica de harinas de su abuelo, negocio en el que trabajaba su padre.
Lo hicieron a Barcelona, aunque siempre ha mantenido el contacto con su pequeña población natal, con sus gentes y sus autoridades.
«Me pidieron liderar esto, porque necesitaban una cara conocida, alguien que tuviera credibilidad y que estuviera dispuesto a hacerlo. Lo hago por que creo que es trabajar para mi país. Tenemos la oportunidad de, en vez de llamarla España vacía o España vaciada, llamarla España Rural Viva. Y en ello estamos».
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