"Ha sido una experiencia única", asegura David Gibello, un moralo en la Eurocopa

La Otra Selección ya está de vuelta en España, decía la compañía eléctrica al anunciar el final de la experiencia. Durante casi tres semanas se han cumplido muchos sueños, han conocido a sus ídolos y han seguido a la selección por toda Francia. Pero, sobre todo, los que un día se fueron como compañeros de afición han vuelto como amigos. Eso ha sido, seguro, lo mejor de esta aventura.

De ahí las lágrimas, los besos y los abrazos de la despedida, además de algún grito de ánimo a la selección, porque todos están seguros de que esto sólo ha sido un pequeño bache, y que en Rusia, en el Mundial, volverá a darnos alegrías.

Una experiencia única en la vida que había que disfrutar a tope, y creo que lo hemos hecho, explica Gibello, elegido por Iberdrola entre más de 30.000 personas de toda España que querían forman parte de esa Otra Selección, aunque solo podían ser 23. Moralo de nacimiento, aunque actualmente reside en Talavera de la Reina, se ha hecho muy popular en los últimos años en las redes sociales por un blog que tiene un gran número de seguidores, La Cocina de Gibello.

Ha sido una pasada, pero muy cansado, porque los desplazamientos eran muy largos. Pero está claro que hemos sido unos privilegiados, afirma, para destacar después lo cerca que han podido estar de los jugadores de la selección. De todos ellos ensalza a Piqué, "que ha sido encantador". También a Juanfran, Morata o Casillas, que estuvieron muy atentos. Igual que Vicente de Bosque. Otros, por el contario, se mostraron más distantes.

Igualmente destaca el ambiente que han vivido en los estadios y en la calle. En los estadios todavía le emociona recordar que empezaron a botar y animar en el partido ante Italia y les siguió todo el graderío. En cuanto a la calle, recuerda la convivencia con aficionados de otras selecciones, como Islandia o País de Gales.

De pronto te veías con una cerveza en la mano sin saber de qué equipo era quien te la había puesto. Ha sido un ambiente muy sano y muy divertido.

El núcleo duro

Mención aparte merece la convivencia entre los integrantes de La Otra Selección. En su caso, sobre todo, con los otros dos extremeños, de Don Benito y Plasencia, y gente de Cádiz, Ávila y Madrid. Nos llamaban el núcleo duro, recuerda.

De hecho ya hay quien está planteando que vuelvan a encontrarse en el próximo partido de la selección, ante Lienchtestein en León, cuando arranque la nueva temporada, con la mirada ya puesta en el Mundial de Rusia.