

David González, don David, como era conocido cariñosamente desde hace años, se ha marchado en silencio casi al mismo tiempo que la patrona de Navalmoral, la virgen de las Angustias, se recogía en su ermita, tras más de una semana en la iglesia con motivo de sus fiestas patronales.
De hecho don David, de 90 años, concelebró la eucaristía y la novena con la que se iniciaron los actos en la plaza de España el viernes 6, a pesar de su delicado estado de su salud.
Un estado que no le impedía, hasta hace unos días, pasear por calles y plazas, presumir de los éxitos del Real Madrid o reivindicar de manera recurrente ante este informador por qué en la edición regional de HOY había días en los que no aparecían noticias de Navalmoral o no se publicaban crónicas del Moralo.
Llegó con solo 24 años
Y es que, por encima de todo, tenía a San Andrés y a Navalmoral, a donde llegó en la década de los 60 con solo 24 años, permaneciendo aquí desde entonces y poniendo en marcha tradiciones que se mantienen, como la quema del Hombre Inicuo en las fiestas de San Andrés.
Pero, sobre todo, deja huella por su trato afable y su disposición a ayudar a quien lo necesitara, al margen de sus creencias religiosas.
El funeral se oficiará a las cuatro de la tarde del lunes en la iglesia de la que fue párroco, San Andrés, que acogerá desde las once su velatorio.
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