

ELOY GARCÍA
Lunes, 30 de mayo 2022, 10:42
Luis Miguel Pérez lleva décadas trabajando como administrativo en la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Asociaciones Agrupadas Tab, con sede en Talayuela. Charlamos con este jarandillano, gran conocedor del sector tabaquero, y uno de los trabajadores en activo que más años lleva (tiene 61) vinculado al sector.
-Naciendo en Jarandilla, estaría vinculado al sector del tabaco desde bien joven…
-Aunque era una pequeña explotación familiar, me tocó ayudar en todas las labores, desde el arado de la tierra con un mulo, el cual nos lo dejaba algún familiar o amigo; la siembra del semillero en la tierra de forma distinta a como se hace ahora, 'alomar la tierra', esto es, hacer los surcos, plantar, regar a azada surco por surco, etcétera. Aunque mi padre era carnicero, el cultivo del tabaco era una ayuda muy importante para la economía de la casa. De hecho, yo he sido cultivador de tabaco hasta hace unos años.
-¿A qué edad comenzó a trabajar en Asociaciones Agrupadas Tab?
-Empecé a trabajar con 19 años, en la que entonces se llamaba Asociación Provincial de Cultivadores de Tabaco de Cáceres. Al principio me tocó hacer un poco de todo: rellenar las guías para el transporte del tabaco con su correspondiente póliza, la cual la pagaba el cultivador en las cartas de pago junto con el descuento para mantenimiento y obras de los centros de transformación; dar las cartas de pago, que era una por partida y que una vez firmada por el titular era como un cheque al portador; estar en la báscula para controlar los pesos de los bultos, dar las arpilleras a los cultivadores una vez que el bulto de tabaco eran subido al pilón para su fermentación,….
-¿En qué consiste su labor ahora?
-La labor que hago en la SAT está centrada en la atención al cultivador. Atender todas las necesidades que tiene para realizar el cultivo, asesorarle en temas de solicitud y tramitación de la PAC, realizar un seguimiento de las entregas de tabaco y muchos otros temas burocráticos que existen en la agricultura actualmente.
Además, la Asociación concentra la producción de todos los socios y la vende a las empresas de primera transformación. La Asociación es el mayor proveedor de Cetarsa. También tenemos un almacén para la venta y distribución de abonos, fitosanitarios, material de ferretería y agrícola y desde hace cinco años una gasolinera para nuestros agricultores. También realizamos asesoramiento a la producción integrada de tabaco y otros cultivos y ahora mismo, estamos en campaña de realización del seguro agrario de la cosecha.
-Son más de cuatro décadas las que han pasado ya. ¿Cómo ha visto evolucionar el sector en la zona?
-Creo que es el cultivo que más ha evolucionado en estos años. Antes se hacía todo manualmente y con ayuda de animales y ahora ha pasado a ser un cultivo muy mecanizado, aunque sigue generando mucha mano de obra. Los cultivadores de tabaco se han tenido que ir adaptando a lo que las empresas transformadoras les demandan.
A nivel producción, cada vez se pueden utilizar menos productos fitosanitarios y los rendimientos de la cosecha son menores. Sin embargo, cada vez hay más temas burocráticos con Hacienda, como son las guías y que hay que comunicar con anterioridad el traslado, transporte, transportista, centro de secado y almacén de tabaco crudo.
-Siempre hablamos del futuro del sector, de la importancia que tiene para la zona, ¿cómo lo ve usted?
-El cultivo de tabaco es importantísimo en la zona ya que aumenta y fija población por la cantidad de mano de obra que necesita. Hay muchas empresas y negocios que directa o indirectamente están ligado a este cultivo, por lo que desde aquí hago un llamamiento a todos los alcaldes de las zonas tabaqueras, independientemente del signo político, organizaciones agrarias, cooperativas, empresas trasformadoras y Gobierno de Extremadura para que luchen unidos en la defensa de este cultivo del que tantas familias viven directa o indirectamente y por el que muchos jóvenes han apostado e hipotecado su futuro, en vez de emigrar a otras zonas de España y evitando así dejar esta tierra, que está necesitada de tener población.
-Ante esta situación, ¿qué importancia tiene la existencia de una empresa pública como Cetarsa?
-Personalmente creo que Cetarsa ha sido y es crucial en la estabilidad y el mantenimiento del cultivo de tabaco, sin ella este cultivo habría desaparecido o por lo menos no se mantendrían las cantidades que se cultivan ahora. También son muy importantes las empresas privadas Deltafina y Mella como en su día lo fueron Taes, World-Wide y Agroexpansión, ya desaparecidas.
-¿Tiene ganas de jubilarse?
-Por una parte, no me gustaría jubilarme por no perder el contacto profesional con todas las personas para las que he trabajado tantos años, aunque a nivel personal no lo perderé al estar cerca de entorno en el que vivo.
Y por otra parte sí tengo ganas de jubilarme para tener más tiempo para dedicarlo a cosas que me gustan mucho, como es mi huerto, mis animales, tengo gallinas, ocas, pavos, patos, vamos una granja [ríe] y a mi verdadera afición, mi Atleti. Y por supuesto, y si Dios quiere, dentro de poco seré abuelo de una niña que se llamará Claudia, a la cual me gustaría dedicarla todo el tiempo que me sea posible para disfrutar con ella.
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