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Álvaro Sánchez entre el cultivo del tabaco EGR
«Aplicamos las nuevas tecnologías a los cultivos»

«Aplicamos las nuevas tecnologías a los cultivos»

Álvaro Sánchez, vecino de Rosalejo, compagina una pequeña explotación familiar tabaquera con su trabajo en una empresa productora de almendras

Eloy García

Martes, 13 de agosto 2024, 18:16

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Álvaro Sánchez, vecino de Rosalejo, conoce la agricultura desde bien joven, principalmente a través del cultivo del tabaco, del pimiento e incluso del algodón. Proviene de una familia con tradición agrícola…

-Sí. De padres y abuelos agricultores. Nací en Talavera de la Reina, pero he vivido en Rosalejo y de pequeño me tocaba ayudar en la finca en todo lo que podías. En el tabaco, el pimiento y el algodón. Era pequeño, pero todavía me acuerdo de plantar algún surco. Además, también éramos ganaderos, teníamos vacas para carne, maíz...

–Decidió seguir en el sector agrícola, ¿por qué?

–La verdad es que me gusta, aunque sea muy sacrificado. Hay gente que sigue sin que sea así, simplemente porque cuando has mamado algo desde joven, cuando estás en este mundo desde que eres un niño, acabas identificándote y te dedicas a ello porque sabes hacerlo.

–No obstante, no es su caso, le gusta y además se formó al respecto…

–Mientras estudiaba, seguía ayudando en la finca todo lo que podía, o trabajando en lo que salía para sacar algo de dinero, ya fuera en la agricultura o como camarero, que también lo he hecho bastante. Incluso dando clases, pero no era mi fuerte. Pensé en hacer Veterinaria, pero lo descarté porque no me gusta ver sufrir a los animales, y finalmente cursé Ingeniería Forestal. Tuve ofertas para dejar de estudiar, pero dije que no, tenía claro que acabaría la carrera y me dedicaría a esto.

–Y así lo hizo…

–Sí. Nada más acabarla empecé a trabajar en empresas del sector, unas más afines a lo que había estudiado y otras menos, como por ejemplo una que se dedica al diseño y montaje de riegos.

–¿Y en la actualidad?

–Actualmente compagino una pequeña explotación familiar de tabaco, de seis hectáreas, que llevo junto a mi hermano y mi cuñada, con mi trabajo en Isfa. Es una empresa dedicada a la producción de almendras en grandes cantidades, como Ingeniero Forestal, con la mayor parte de sus explotaciones en Extremadura.

–¿Dónde se ubican?

–Están repartidas por toda la región. En la zona las tenemos en Saucedilla, Pueblonuevo de Miramontes, Plasencia y en breve en Peraleda de la Mata. También en San Gil, Carcaboso, Don Benito... Unas 8.000 hectáreas en total, con vistas a ampliar hasta 12.000. Fuera de la región también hay en Toledo, Cataluña y Portugal. Es una empresa joven, pero fuerte. Además, en Miajadas estamos construyendo la fábrica más grande de Europa, que dará servicio de tratamiento postcosecha a la producción de almendras, con limpieza, descapotado, secado y descascarado.

–¿En qué consiste su labor?

–Cada ingeniero llevamos entre 500 y 1.000 hectáreas, que gestionamos con nuestros encargados, personal de poda y demás trabajadores. Además de ser respetuosos con el medio ambiente, trabajamos por la sostenibilidad, la bioeconomía y la generación de empleo. También aplicando las nuevas tecnologías, con sondas de humedad y estaciones meteorológicas para verificar que hacemos bien la fertirrigación y cumplimos los estándares de la plantación, usamos energías renovables,…

–En esta zona, eminentemente tabaquera, ¿se da bien el cultivo de la almendra?

–Sí. El almendro se adapta prácticamente a cualquier tipo de terreno. Lo importante es que haya agua y en esta comarca, entre los pantanos y la sierra, no hay problema.

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