José María G. Mazón, ADENEX
Jueves, 14 de mayo 2020, 10:51
El futuro no nos espera, como bien estamos comprobando durante esta pandemia. Estamos, pues, incorporando los virus a nuestras vidas, la parálisis total de la economía mundial a la Historia y un aislamiento físico máximo en lo social. Acontecimientos jamás ocurridos, que los estamos viviendo de manera inédita a la vez que están sucediendo.
Publicidad
Ahora estamos comprobando que el futuro se construye y, como en esta ocasión, se reconstruye para lo cual el ahora nos ofrece la posibilidad de preguntarnos por el mundo al cual queremos regresar. Cualquier propuesta, entonces, de cómo vemos el futuro, nos tiene que dar la posibilidad de decidir a qué esenciales se le debe prestar una atención renovada.
Primero, una respuesta presupuestaria transparente y participada, para atender a la falta de recursos sanitarios, al cuidado de los mayores, a la atención cotidiana de los más pobres y a los autónomos y pymes arruinados. Y, hacerlo teniendo en cuenta las 'causas' que nos han llevado hasta aquí. El desprecio por una economía de la vida; la concentración de industrias en pocas manos y en unas determinadas zonas del mundo; la soberanía absoluta del capital financiero que mueve el mundo con total indiferencia a los limites del planeta; el tráfico mundial de especies, mercancías y personas quemando y fragmentando ecosistemas vitales.
Y ahí sigue, por si no lo sabíamos ya, el cambio climático. Por ejemplo, la concentración de CO2 sigue creciendo a pesar de la paralización, y la pobreza aumenta a pesar del teletrabajo. Demasiadas crisis, industrial, alimentaria, climática y sanitaria como para que queramos volver a una 'normalidad' tan deteriorada sin contar con todo y todas las que hemos dejado fuera.
Por tanto, una vez frenados en seco, las propuestas deben recobrar la sensatez necesaria y conjunta para crear soluciones modestas pero radicales dependiendo de cada situación y territorio.
¿Y el futuro de Extremadura?
Publicidad
¿Qué implica para el futuro de Extremadura? Una región con grandes dificultades ahora agravadas, pero con grandes posibilidades ciudadanas y municipales ahora detectadas de enorme ilusión y ganas de crear nuevas expectativas. Para no 'volver a las andadas', algunos futuros que proponemos con atención radicalmente necesaria.
Un futuro donde la prioridad sea frenar el éxodo masivo de los jóvenes, para lo cual un gabinete de emergencia regional debe ser creado al efecto, para que una imprescindible coordinación entre administraciones y gente concernida pueda tener, por ejemplo, su iniciativa o empresa resuelta en pocos días. La región dispone de tres grandes singularidades de futuro: la producción de alimentos sanos y limpios, la recuperación de la industria textil y la instalación de energía solar distribuida y de ahorro energético en las edificaciones, en un territorio de infraestructura verdes de gran calidad, como la dehesa.
Publicidad
Un futuro que diseñe otro modelo de residencias de mayores y centros de día en la gran mayoría de poblaciones extremeñas (360 pueblos) con una interconexión más profunda entre recursos sanitarios y de los cuidados. Y resulta que tenemos modelos regionales adaptados integrados en el propio casco urbano con la vida social de todos sus habitantes, como en Pescueza. Un modelo regional interconectado con más atención a las cadenas de valor entre vecinos actuales como a los por acoger.
Un futuro que dé prioridad a una nueva ordenación del territorio a fin de resolver el despoblamiento como la movilidad, creando comunidades locales de energía, así como polígonos industriales compartidos. Por exigencia histórica debemos exigir una malla ferroviaria e intermodal regional que nos conecte entre nosotros mismos y con nuestros vecinos. Con apenas 12 ciudades medianas es urgente dotarnos de un nuevo modelo de territorios comarcales donde cada una de esas ciudades funcione al unísono con las localidades más pequeñas de su entorno.
Publicidad
Y un último 'deseo futuro' relacionado con Navalmoral de la Mata. Antes de que desaparezcan todos los comercios y tiendas, la recién fundada Asociación Comercio Moralo debe crear una plataforma única digital para que las compras se puedan realizar en conjunto.
Una ciudad facilitadora con más movilidad peatonal y ciclista, que recoja también algunas de las nuevas incitativas, como la recuperación de una cierta industria textil del pueblo, así como los laboratorios virtuales que ya se han propuesto. Espacios donde la interacción de formación profesional y universitaria, cultural y activa generen nuevas expectativas laborales y sociales.
PRIMER MES GRATIS. Accede a todo el contenido
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.